El movimiento hace el equilibrio. Y esta afirmación la
corroboran cada día una decena de breakdancers que desafían
cada día la fuerza de la gravedad desde el suelo de la Plaza
de África, cuando comienza a caer la tarde, bailando a ritmo
de funky y hip hop, a menos que la lluvia o el temporal les
corte el rollo. La climatología acompañó ayer, así que a
partir de las ocho de la tarde Ramses Mohamed ‘Tote’ y Andy
Luque ‘B-boy’ rompieron con sus giros y piruetas la
monotonía en la céntrica Plaza de África. Según ellos, esta
modalidad de baile es “el mejor deporte, el más divertido
que practicamos y también el más saludable”.
La ‘Asociación de Breakdance Ceuta’, formada por jóvenes de
entre cuatro y 19 años, logró traer a la ciudad a finales
del año 1999 un estilo de baile urbano que forma parte del
movimiento de la cultura rapera, y que surgió en las
comunidades latinoamericanas y afroamericanas en barrios
como el Bronx o Brooklyn de Nueva York a comienzos de los
años 70.
Inicios breakers en Ceuta
“El 2002 fue el año del bombazo en la ciudad porque llegamos
a ser más de 20”, comentó Alejandro Romero ‘Ale’, el primer
presidente que tuvo este colectivo hasta que en octubre del
2006 una dramática lesión en una mano diera al traste con
años de perseverancia y entrega. Ahora la plantilla se ha
renovado, “porque unos han ido entrado y otros saliendo”.
Romero afirma que, al realizar su bailes en la calle, la
gente los ve y toma nota, “se únen, aunque no hay tanto
movimiento como antes”.
Las colaboraciones con entidades como la Escuela de Circo de
Ceuta le ha ayudado finalmente a conseguir un local donde
ensayar sin someterse a las desavenencias climatológicas a
cielo abierto con vistas a próximas competiciones. La última
fue en Marchena (Sevilla), a mediados de 2006. Tote y B-boy
han puesto ya el punto de mira en el próximo Jam -festival
de música y baile amateur- que tendrá lugar en Alhaurín de
la Torre (Málaga) el 5 de abril.
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