La universidad en España funciona. Los jóvenes casi de forma
generalizada apuestan por continuar sus estudios en la
educación superior. El peso específico del alumnado, del
profesorado y de sus instalaciones dan hoy en día a la
universidad una dimensión enorme. Así, se configuran en
instituciones cuya importancia es casi comparable a la de
las corporaciones municipales o a los colectivos vecinales o
de empresarios. Los proyectos de futuro que tienen las
universidades son cada vez más importantes y por tanto más
costosos. Por ello, la financiación es actualmente un
elemento vital.
El decano de la Facultad de Educación y Humanidades de
Ceuta, adscrita a la Universidad de Granada, Javier
González, explicó que existe una corriente de opinión que
aboga por que parte de la financiación estatal que reciban
las universidades llegue en base a la realización de
programas y el cumplimiento de objetivos. Este se mostró
partidario de esta nueva fórmula, introducida por una de las
corrientes de opinión que existen dentro de este debate
sobre la financiación.
La autofinanciación con cargo a las matrículas de los
estudiantes es la otra gran fórmula de obtener beneficios.
Sin embargo, en comparación con las aportaciones
institucionales y la firma de convenios son siempre la
primera opción.
González consideró que el precio que actualmente se paga de
matrícula en la Facultad no tiene por que significar un
escollo para los jóvenes ya que, según este, es una cantidad
que está por debajo del coste real de los servicios que se
prestan. En este sentido es la Universidad de Granada la que
fija tales cantidades cada año. Los precios se van
incrementando cada curso aunque de forma poco significativa
y aparejada al aumento del coste de la vida.
Por su parte, el presidente de la Conferencia de Rectores (CRUE),
Ángel Gabilondo, instó al Consejo de Universidades a retomar
“inmediatamente” el debate sobre la reforma del sistema de
financiación de las universidades.
Gabilondo reclamó al Gobierno que entre en el debate sobre
la cantidad que debe asignarse a las universidades, los
objetivos prioritarios y el calendario para reformar el
actual modelo de financiación. A su juicio, los próximos
Presupuestos Generales del Estado tendrían que recoger ya la
mejora de la financiación de la educación superior en
España, que debería llegar en 2015 al 2 por ciento del
Producto Interior Bruto (PIB).
El también rector de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM)
consideró que el sistema universitario español “no está
adecuadamente financiado”. Por ello, anunció: “Defenderemos
con argumentos que se incrementen los recursos de forma
importante y se establezcan los mecanismos para incentivar
el rendimiento de cuentas”.
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