De acuerdo. Lleva usted razón,
toda la razón del mundo...: el delegado del Gobierno estuvo
desafortunado cuando, días atrás, abogó por un boicot
ciudadano a las navieras. Reconozco que metió la pata hasta
el corvejón al exponer como una medida de fuerza más, en
vista de la muy indignante subida de precios de los pasajes
durante la Semana Santa, no embarcarse salvo casos de
necesidad.
Parece mentira que Jenaro García-Arreciado, político
que está tan baqueteado, cometiera semejante desliz. Ya que
el error suponía, sin ningún tipo de duda, ponerse en contra
a todas las personas que se ofenden más por susceptibles que
por cualesquiera otros motivos. En una palabra, haberse
metido en ese jardín le costará al delegado tener que
aguantar carros y carretas, durante varios días.
De momento, Yolanda Bel ya se ha explayado a gusto.
Insistiendo en que no es la primera vez que el onubense
disparata. En fin, que en su conferencia de prensa ha
primado, por encima de todo, su deseo de poner a parir a
García-Arreciado. Lo cual no es nuevo; ya que la portavoz
del Gobierno anda siempre pendiente de cualquier
incorrección cometida en la plaza de los Reyes, para
largar... Cuando lo aconsejable es fomentar, actualmente y
por variadas y cruciales razones, los mejores entendimientos
entre ambas administraciones.
Tampoco Nicolás Fernández Cucurull ha desaprovechado
la oportunidad -brindada por García-Arreciado, tal vez en
uno de esos momentos en los que a cualquiera se nos puede ir
la olla- para burlarse del delegado del Gobierno. Ay,
estimado senador, qué conveniente sería, en casos así,
recordar algunos pasajes, y muchas declaraciones absurdas,
del último delegado que tuvimos durante el Gobierno de
José María Aznar. Y, desde luego, tú, como persona
sensata que eres, sabes de sobra que no está la situación,
en esta ciudad, para andar a la gresca con quien representa
al Gobierno de la nación.
Por lo demás, y aparte de otras declaraciones (donde se
explican mediante muletillas al uso: que si el delegado debe
irse a su tierra; que si sus palabras insultan a la
inteligencia de los ceutíes; que si el Gobierno Central no
ayuda a Ceuta...; es decir, lo habitual ya en estos casos),
lo más significativo ha sido, hasta ahora, el silencio del
“iluminado”. Un Juan Luis Aróstegui que ha preferido, en
esta ocasión, ver los toros desde la barrera.
Una actitud que no debiera pasar inadvertida para los
miembros del Gobierno local. Aunque mucho me temo que pocos,
por no decir ninguno, se habrán dado cuenta de que el
secretario general de Comisiones Obreras está dispuesto a
hacer buenas migas con los socialistas, y mayormente con la
Delegación del Gobierno, para obtener su mayor logro. Que no
es otro, de verdad de la buena, que amargarle la existencia
a Juan Vivas, si éste no transige con las
imposiciones de algunos empresarios que viven tutelados por
el sindicalista.
Resumiendo: que lo mejor que podría decirnos el delegado del
Gobierno, para paliar en gran medida su error del martes
pasado, es que su viaje a Madrid, para visitar los
ministerios de Fomento y Hacienda, ha dado como resultado
los mejores logros tanto en lo relacionado con el problema
de las navieras como con la situación del terreno donde se
asienta el Mercado Central de Abastos. Y a otra cosa,
mariposa...
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