No ocurre solamente en verano. La barriada Varela Valiño
lleva cerca de 15 años soportando el hedor de las aguas
fecales que se cuelan a través de los muros que sostienen
los cinco bloques de viviendas de esta zona ceutí. Hace
cinco años, las cañerías de estas viviendas sufrieron un
arreglo, pensando que así se solventaría el problema, pero
no fue así y todo hace indicar que las aguas fecales
provienen de la zona de Los Rosales o incluso de algún
cuartel militar.
Las llamadas al Imex, empresa de alcantarillado, son
continuas por parte de la representante vecinal, Nieves
Contreras, que teme ya, un nuevo verano de mosquitos y peste
en la barriada, donde las protestas vecinales se acentúan.
Asegura Contreras que esto viene siendo ya una “costumbre” y
se está haciendo imposible luchar contra una ‘contaminación
olfativa’. Las calles más perjudicadas son las de Pozo y
Pinar, que lo padecen a diario.
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