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sociedad - JUEVES, 27 DE MARZO DE 2008


padres con sus hijos. archivo.

custodia de menores
 

Dispuestos a todo por
recuperar a sus hijos

Manuel y Carmen son un
matrimonio en proceso de divorcio a los que el Área de Menores de la
Ciudad les ha retirado la custodia de sus cuatro pequeños al considerar que se encontraban desamparados
 

CEUTA
Sheila Anaya

local
@elpueblodeceuta.com

Luchan juntos por sus hijos a pesar de sus diferencias. Manuel y Carmen [nombres ficticios] tienen tras de sí una historia difícil, de esas que remueven conciencias y hacen pensar. Este matrimonio en proceso de divorcio no disfruta de sus cuatro hijos en común desde hace dos meses. Ese es el tiempo que hace que el área de Menores de la Ciudad les retiró la custodia de sus hijos, cuando el pasado 8 de febrero los niños ingresaron inmediatamente en centros de acogida de la ciudad. Así, las dos hijas mayores permanecen en el centro Mediterráneo, mientras los pequeños se encuentran acogidos en el centro San Ildefonso.

Atrás queda una familia rota en la que se han vivido ciertas situaciones que han desembocado en los hechos actuales. Según el informe del Área de Menores, los niños se encontraban en una supuesta situación de riesgo, en la que el padre mantenía una orden de alejamiento y la madre tomaba ciertas sustancias, entre las que se encontraban estupefacientes y alcohol. Además, el documento recoge una larga lista de los que considera factores de desprotección, entre los que se encuentra: una familia desestructurada con un ambiente violento, dejadez de los deberes parentales, absentismo escolar, posible situación de maltrato del progenitor o retraso psicomotor en el pequeño de los hermanos.

Sin embargo, Carmen desmiente esto y explica que “yo no bebía habitualmente, sólo de vez en cuando a causa de mi problema, pero yo no estoy acostumbrada a beber y entonces me ponía muy mal”, por lo que “es mentira que yo consumiera bebidas habitualmente”. Ahora, Carmen acude a un psiquiatra y se encuentra en un proceso de desintoxicación para demostrar que nunca consumió drogas, por lo que “no hay derecho a que me traten como a una drogadicta que ha abandonado a sus hijos porque yo soy de Ceuta y mis hijos también, no soy una inmigrante que ha llegado y los ha dejado tirados”. De la misma forma, la madre de los pequeños asegura que “es mentira que yo tomara estupefacientes, ni cocaína, ni heroína ni nada, tan sólo pastillas que tenía prescritas a causa de mi depresión”. Por su parte, Manuel afirma que “hemos tenido nuestros problemas como matrimonio pero ahora estamos juntos por nuestros hijos”.

Proceso de divorcio

En todo esto, Carmen tiene la orden de alejamiento contra Manuel vigente, una regla que ambos no dudaron en saltarse para luchar juntos por recuperar a sus hijos, aunque cuentan con el permiso judicial. “Después de 17 años juntos sabemos que no funcionamos como matrimonio pero sí como padres” asegura Carmen. Por ello, la pareja está en trámites de divorcio, en el que creen que encontraran una solución para que los niños vuelvan al hogar familiar. Esta idea se basa en la estabilidad del estado emocional de Carmen, certificado recientemente por su psiquiatra, y en una pensión generosa que le pasaría Manuel para la manutención de los niños.

Sin embargo, los padres se han encontrado con un obstáculo insalvable por el momento que mantiene el proceso paralizado: la huelga de los funcionarios de justicia. Y es que los únicos documentos que faltan para hacer efectivo el acuerdo de divorcio son las partidas de nacimientos de los cuatro niños, que tienen que ser expedidas por el Registro Civil, el cual ahora se mantiene con servicios mínimos. Otra salida para lograr que los niños salgan de los centros de menores es que los acoja una hermana de Manuel que actualmente residen en Barcelona, por lo que el abogado de la pareja ya está realizando los trámites necesarios para que el áea de Menores estudia esta posibilidad.

Mientras tanto, Carmen y Antonio preparan todo lo necesario para recurrir la resolución del área de Menores que autoriza el acogimiento residencial de sus hijos, para lo que tienen un plazo de tres meses. En todo este tiempo, el matrimonio no ha dejado de moverse, porque “queremos demostrar que ni nuestros hijos están desamparados ni yo soy alcohólica” asegura Carmen tajantemente. No obstante, la mujer no ha dejado de ver a los niños a diario en todo este tiempo, ya que cada mañana acude a los dos centros donde se encuentran los niños para estar con ellos un rato y hablar. Manuel es el que se siempre encarga de llevarla.

Agresiones en el centro

Sin embargo, uno de los aspectos más trágicos de esta historia es que la hija mayor podría estar sufriendo agresiones en el Centro Mediterráneo por parte de otras internas. Así lo afirma su madre, que comenta que “mi hija mayor está ahora tomando medicación y tiene que ir al psicólogo porque esta sufriendo mucho con esta situación”. Según informan los padres, durante su estancia en el centro de acogida, la niña ha sido maltratada física y psicológimente por otras compañeras, además de ser víctima de varios robos de sus pertenencias personales.

“De esto nos hemos enterado poco a poco porque el área de Menores nos ha estado ocultando toda esta información” cuenta Carmen. Por ello, acusa al órgano de la ciudad no atender bien a sus hijos, por lo que dice que “no sé con qué derecho se me ha retirado la custodia si los niños están peor en los lugares de acogida y encima de que hemos denunciado esto nadie ha ido allí a comprobar la situación ni a ver si mi hija está bien”. Según el matrimonio, han intentado de diversas formas conocer la situación real de los niños, algo que “siempre se nos ha cortado desde el área de Menores, así que lo que sabemos es lo que cuentan los niños”. Después de la hija mayor, quien más le preocupa a Carmen y Manuel es el niño pequeño, de tan sólo nueve meses de edad. La madre comenta que “quiero ser yo la críe a mi bebé, no quiero que esto lo hagan las demás”, por lo que afirma tener un temor especial a lo que le pase a un niño tan pequeño. Sin embargo, ambos dudan del bienestar de todos sus hijos en los respectivos centro de acogida en los que se encuentran.

Por su parte, el director del área de Menores de la Ciudad, Juan Hernández, rehusó hacer declaraciones sobre este caso, alegando que desde el órgano no se habla nunca de las circunstancias de los menores acogidos o de su situación familiar.
 

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