Hace poco más de dos semanas,
todos los que teníamos edad para votar acudimos, los que
quisimos, para así colaborar a pergeñar el futuro de este
país, para los cuatro años venideros.
Al final del día, 9 del III de 2008, los resultados habían
dado la victoria a Zapatero y muy cerca de él, pero por
detrás, quedaba el PP de Rajoy.
No había mayoría absoluta y creo que tampoco la necesita
Zapatero si en la oposición hay sensatez y en los vencedores
no hay engaños.
Y no hay necesidad de mayorías absolutas porque los
aventureros radicales, que tanto protagonismo han querido
tener y han tenido a lo largo de la pasada legislatura, han
recibido un fuerte revés, y han pasado a ser “casi nada”.
Por si fuera poco, IU, que en más de una ocasión, varias
legislaturas atrás, fue el auténtico azote del PSOE, con el
estribillo de “nosotros para pactar tenemos que mirar el
programa”, ahora no tendrá ni siquiera grupo parlamentario
propio, con lo que tendrán que irse al grupo mixto y pasar
“como gato por ascuas” a lo largo de la legislatura, en
dirección a su total aniquilación, salvo milagro comunista.
Es lo que el iluminado de Llamazares ha traído a este grupo,
que en tiempos, no muy lejanos, llegó a tener un veintena de
representantes y que tenía cierto peso.
Así las cosas, lo que está claro es que la política española
camina a marchas forzadas al bipartidismo, con todas las
fuerzas de la izquierda, prácticamente, agrupadas en torno a
Zapatero y con el centro – derecha siguiendo a Rajoy, pero
con una parte de la derecha, los nacionalistas, que todavía
siguen pensando en su verdadero peso, y eso que poco podrán
hacer si los dos grandes partidos son capaces de saber ser
Gobierno y oposición, y sin estar, a la greña, a lo largo de
la legislatura.
Que el PSOE gane en Euskai es decirle al PNV que su terreno
dominador en las autonómicas lo tiene perdido en las
generales y que, además, están perdiendo el tiempo no
alineándose con su marca natural, de derecha o centro –
derecha.
Otro tanto, a pesar de los resultados, le avisa a los
nacionalistas catalanes de CiU, que perdieron el Gobierno en
su propia autonomía y que tampoco han logrado crecer en las
generales.
Ahí, en Cataluña, la derecha con su intento de reparto entre
unas mismas tendencias, con ligeros matices, del territorio
le ha favorecido a la izquierda, porque de haber ido más
cercanos, o mejor dicho unidos PP y CiU en Cataluña habría
salido debilitado el PSOE, y más con el conflicto o los
conflictos de asuntos propios de Cataluña a lo largo de los
últimos meses como los trenes de cercanías, los problemas
del AVE, el barrio del Carmé y un largo etc.
Es el momento de saber leer el futuro y si Zapatero se le
anticipa a Rajoy, este ya puede hacer las maletas, mientras
que si es Rajoy el que se adelanta, la legislatura no sería
nada cómoda para el presidente del Gobierno que, además de
tener que preocuparse de los asuntos de Estado, día a día,
tendrá que estar mirando de reojo hacia alguna de sus
amistades peligrosas, tanto de dentro, como de fuera del
país.
Las próximas semanas, y por ahí van los tiros, en Moncloa
tendrán que estar pendientes de la táctica a seguir desde
ahora.
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