Los vecinos de la barriada Colina Weil están molestos por el
más que probable traslado de la parroquia San Juan de Dios
de su zona residencial, donde ha permanecido históricamente.
En su lugar, la Ciudad ha proyectado un local social que
sirva de actividades para mayores y pequeños, ya que también
es un anhelo de los casi 30 propietarios que conviven en
este lugar. La iglesia iría colocada en una barriada anexa,
Parques de Ceuta, para que Colonia Weil no se viera
perjudicada.
Los vecinos de Colonia Weil, esa pequeña barriada compuesta
por 29 propietarios y acotada mediante una cancela, se
sienten impotentes ante el más que probable traslado de la
parroquia San Juan de Dios de su zona residencial. Aunque el
proyecto no se ha aprobado aún, todo indica que el pequeño
templo sería sustituido por un local social, algo que se
barrunta desde la Ciudad y la Federación Provincial de
Asociaciones Vecinales (FPAV), y algo que anhelan los
vecinos de esta pequeña zona de convivencia.
Este último motivo es lo que habría llevado a la Ciudad a
valorar como positivo el traslado de la parroquia, que sería
reubicada a pocos metros de Colonia Weil, concretamente,
junto a la pista deportiva de la barriada Parques de Ceuta.
La Administración considera acertada la reestructuración del
espacio, ya que, continuarían contando con una iglesia
cercana y, además, obtendrían un local social para
desarrollar las actividades, uno de los mayores deseos de
muchas barriadas en la ciudad y que supone un alimento de
vida para mayores y pequeños.
Sin embargo, también hay que tener en cuenta que son muchos
los años de tradición de San Juan de Dios dentro de este
pequeño recinto vecinal y que son bastantes las personas que
se acercan de barriadas colindantes, como Parques de Ceuta,
Loma del Pez, Zurrón, Villajovita o el Mixto para asistir a
las misas de fin de semana e incluso a las diarias, por lo
que Colonia Weil perdería un vínculo con zonas cercanas.
Precisamente, el hecho de que tal cantidad de personas se
acerquen a la barriada en determinadas ocasiones ha
provocado que Colonia Weil tenga en mente derribar uno de
los muros que flanquean la cancela (concretamente el que no
lleva la placa con el nombre de Colonia Weil) con el fin de
posibilitar a discapacitados físicos una rampa de acceso. Al
lado, dos escalones con una barandilla servirán de entrada
al resto de personas. Esta es la ampliación de la entrada
que barajan los vecinos que, además, insisten en que el
pavimentado necesita un arreglo. Belén Sierra, presidenta de
esta barriada, asegura que son muchas las personas que a
diario “se me quejan porque han sufrido una caída”. Estas
actuaciones están contempladas en el III Plan de Dotaciones
a Barriadas.
La presidenta destaca la predisposición de la FPAV y su
presidente, José Ramos, ya que, dice, “siempre han estado
dispuestos”.
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