Mientras los vecinos de Calle Real solicitan a la Ciudad la
posibilidad de admitir vehículos de servicio público, los
comerciantes piden que la calle Real continúe como vial
peatonal. El Gobierno estudia la posibilidad de cambiar el
sentido de la calle Beatriz de Silva y trata que con un
microbus pueda cumplirse con las peticiones de los vecinos y
de este modo contentar a ambas partes.
Nunca llueve a gusto de todos. Vecinos y comerciantes de
Calle Real discrepan claramente del uso peatonal o
semipeatonal que se plantea a la nueva fase de reciente
connstrucción.
Unas diferencias extrapolables a todas las fases de la
peatonalización del Revellín que enfrentan gustos de vecinos
residentes en las zona con los intereses de los
comerciantes. Los primeros quieren que los vehículos, aunque
sean los públicos, puedan acceder a lo más próximo de sus
edificios y los empresarios del comercio pretenden que la
calle continúe siendo cien por cien peatonal.
De este modo, el Gobierno ha recogido el guante y las
Consejerías de Gobernación y de Economía y Empleo tratan de
estudiar alternativas que contenten a ambas partes.
“El deseo del Gobierno”, ha dicho Yolanda Bel, la portavoz
del Ejecutivo ceutí, “es que pueda compatibilizarse los
deseos de comerciantes y de vecinos”.
El cambio de sentido de la calle Beatriz de Silva y la
incorporación de un microbus, explicó Bel, “puede ser que
posibilite el agrado de ambas partes”. No obstante, la
decisión definitiva no se conocerá hasta finales del próximo
mes de abril, dijo.
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