El próximo domingo 30 de marzo se procederá al cambio de
horario de verano, por lo que los relojes deberán
adelantarse una hora. Así, a las 02.00 horas de la madrugada
serán las 03.00 horas. Esto se realiza en cumplimiento de la
Directiva Comunitaria que rige el cambio de hora y que
afecta a todos los países miembros de la Unión Europea.
Según estimaciones del Instituto para la Diversificación y
Ahorro de la Energía (IDAE), en España el ahorro en
iluminación en el sector doméstico por el cambio de hora
desde finales de marzo hasta finales de octubre puede
representar un 5 por ciento. A nivel doméstico, si el
consumo medio de una familia española es de 3.200 kilovatios
hora, el ahorro sería de más de 6 euros por hogar y más de
60 millones de euros para el conjunto de ellos. A esto
habría que sumar, procedente del sector de comercio y
servicios, un ahorro del 3 por ciento, que supondrían más de
6 millones de euros en concepto de reducción de consumo de
aire acondicionado.
El cambio de hora comenzó a generalizarse, aunque de manera
desigual, a partir de 1974, cuando se produjo la crisis del
petróleo y algunos países decidieron adelantar sus relojes
para poder aprovechar mejor la luz del sol y consumir menos
electricidad en iluminación. Se aplica como directiva desde
1981 y ha sido renovada sucesivamente cada cuatro años.
Desde la aprobación de la Novena Directiva por el Parlamento
Europeo y el Consejo de la Unión en enero de 2001, este
cambio se aplica con carácter indefinido. La directiva se
incorpora en el ordenamiento español en marzo de 2002.
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