La Sociedad de Cazadores, Pescadores y Silvestristas de
Ceuta, consciente de que “si no hay alimento, no hay
animales”, continúa trabajando en la siembra de terrenos,
cedidos a la misma por un propietario particular en la Loma
de las Arvejas (muy cerca del embalse del Infierno), para
mantener especies en la ciudad y, en la medida de lo
posible, atraer otras nuevas. “Contrariamente a lo que mucha
gente se cree, los cazadores nos preocupamos, como el que
más, y en mayor grado que muchos que presumen de hacerlo,
por el medio ambiente y por los animales”, asegura Antonio
López, presidente de la asociación.
Tras haber sembrado casi 5000 metros cuadrados en la zona
orientada hacia el Sur de la Loma de las Arvejas con trigo,
avena, habas y yero el pasado mes de diciembre, los
cazadores ya tienen labrados otros 600 metros cuadrados en
el norte de la misma finca para plantar pipas, zaína y
alpiste. El objetivo de la primera siembra era facilitar la
alimentación de especies, tanto cinegéticas como no
cinegéticas, durante el invierno y la primavera, y la
sociedad lo ha conseguido. “Están viniendo a comer y
afianzándose como residentes aquí varios animales”, asegura
López. Con la próxima plantación de pipas, alpiste y zaína,
este colectivo pretende que se beneficien especies de
granívoros y fringílidos (pardillos, jilgueros, pinzones)
durante la época estival, en la que escasean otros cereales,
como el trigo, que se recogen en junio. “En cuanto llueva un
poco, que no creo que tarde mucho, ya sembraremos estas
plantas que maduran durante el verano y echan el grano en el
mes de agosto aproximadamente”, explica López a ‘El Pueblo’,
mientras muestra orgulloso el terreno que va a ser sembrado.
“En verano los pájaros se alimentan de estos cereales, y las
proteínas y agua que necesitan para su manutención lo
obtienen de los insectos”.
El presidente de la Sociedad de Cazadores, Pescadores y
Silvestristas de Ceuta resalta satisfecho los métodos
empleados por los miembros de la asociación para realizar
estas labores de siembra. “Todo lo hemos hecho de forma
artesanal. Usamos yunta, arado, azada y abono natural,
estiércol”.
Varios miembros de la sociedad comparten las labores del
cuidado y mantenimiento diario de estas plantaciones. “Somos
unos 370 socios y un 10 por ciento del grupo somos los que
trabajamos aquí, en nuestro tiempo libre”, indica López. Sin
embargo, el presidente de la sociedad lamenta el “pequeño”
apoyo institucional con el que cuenta la entidad. “Hoy por
hoy sólo nos ayuda el Instituto Ceutí de Deportes a base de
pequeñas subvenciones que, en muchos casos no daban ni para
el pienso de los animales que criamos. Afortunadamente este
año aumentó considerablemente y, además, nos ha financiado
también el vallado de esta finca, por lo que estamos muy
agradecidos”. López también destaca la ayuda desinteresada
del propietario que les cedió estas 14 hectáreas de terreno
en la loma de las Arvejas, donde, además de sembrar
alimentos para los animales, realizan adiestramiento de
perros de caza durante todo el año excepto en los meses de
marzo, abril y mayo.
Pero la Sociedad de Cazadores, Pescadores y Silvestristas de
Ceuta espera “algo más” de la Consejería de Medio Ambiente,
quien, de momento, “no le presta ningún tipo de ayuda”. Por
ello, tienen previsto reunirse próximamente con la consejera
de la misma, Yolanda Bel, para “plantearle alguna fórmula de
colaboración relacionada con la repoblación de especies y,
en genera, con el mantenimiento y desarrollo del entorno
natural” de la ciudad autónoma. López destaca, además, la
“cantidad de ocasiones” en que miembros de la asociación que
preside han colaborado con la Ciudad y, sobre todo, con la
Consejería de Medio Ambiente. “Hemos ayudado en la captura
de patos en el embalse del Renegado, en la extinción de
incendios, colaboramos con Sanidad en los casos de gripe
aviar y de rabia y no tenemos ni local social”.
Antonio López se muestra “feliz” en la finca ubicada en la
Loma de las Arvejas y satisfecho por el trabajo realizado.
“Escucha, escucha”, advierte. “Eso es una pareja de palomos
torcaces. Hay uno aquí en frente, y otro más abajo. Esto
antes no pasaba. Hacía mucho tiempo que no se sembraban
estos terrenos y todos sabemos que si no hay alimentos no
hay animales”, sentencia. “Gracias a estas siembras estamos
haciendo residentes a varias especies aquí”.
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