Hay que considerarlo como el
momento cumbre de la Semana Santa de Ceuta, y uno de los
instantes más conmovedores de toda la Semana Santa española.
Y es que a lo pura y estrictamente religioso y dramático, en
su significado, se une la actuación de La Legión, su
actuación, con el “Novio de la muerte”.
Dos perspectivas unidas para dar un sentido religioso y
patriótico especial, como no hay otros en esta semana llena
de encuentros, despedidas, brillantez y tragedia, en los
distintos puntos de la geografía española.
Y volviendo a Ceuta aquí encontramos algo especial entre el
Nazareno y La Virgen de la Esperanza. Por unos instantes
debemos dejar de lado las creencias, para quedarnos en la
plasticidad, en la vivencia y en ese sentido de una madre
con el hijo al que hacen desaparecer unas gentes que no han
sabido comprenderle, en sus palabras y en sus hechos.
Aquí se vive, en la Plaza de África, un encuentro
inigualable. Cada instante se hace eterno, hay larga espera
para un acto que dura escasamente un cuarto de hora, pero un
cuarto de hora que no se borra de la mente, ni de la retina
de quienes siguen segundo a segundo las distintas
secuencias.
Mirando con frialdad todo lo mucho y bueno que presenta
nuestra Ciudad, a lo largo del año, especialmente en lo
religioso, estos pueden ser los instantes más llamativos del
año. Esta suele ser la espera más cadenciosa y más buscada,
con un lleno a reventar y con todos buscando lo mismo, ese
momento del Encuentro.
Y lo curioso, lo hemos dicho en días pasados, es que en unos
momentos en los que ciertos sectores, cada vez más
sectarios, que reniegan de sus propias raíces y quieren
llevar sus ancestrales creencias a otras órbitas, esto va en
progreso.
El Encuentro sube el interés año tras año, y ese interés es
en calidad y es en cantidad, por cuanto cada año son más las
personas que siguen palmo a palmo la Semana Santa y los
momentos cruciales como este.
Desde Ceuta se empieza a matizar y se matiza en positivo:”La
noche del Encuentro es única”.
Y hay algo que no debemos dejar de lado, en todo esto, lo
religioso, lo dramático va unido a lo militar, a esa Legión
que es coprotagonista en todo ello.
Cuando llega el Encuentro ya han pasado muchas cosas en la
Semana Santa de Ceuta y de toda España. En Ceuta, para
entonces, ya se ha dado el traslado del Medinaceli, la
aparición de La Virgen en el Príncipe, con intercambio y
mezcla de culturas..., por eso el Encuentro puede
entenderse, con la Legión, no lo olvidemos, como el instante
más representativo de lo patriótico – religioso en toda la
Semana Santa de España.
Hay mezcla de sabores, ambiente religioso y militar
inseparables, ambos totalmente compatibles y amenos al gusto
de todos, cualquiera que sea su creencia.
Y ahora ha llegado el momento de decir lo que pensamos:
Ceuta tiene que dar difusión de muchas cosas, pero
especialmente de este Encuentro a nivel nacional, con ese
“espectáculo especial” que dan los legionarios y con la
ausencia de notas discordantes en una jornada en la que se
mezclan muchos sentimientos, no sólo hay fe, también hay
razón y viveza en lo más profundo del alma ceutí.
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