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sociedad - VIERNES, 21 DE MARZO DE 2008


antonio ceballos atienza. nicol's.

entrevista
 

Antonio Ceballos Atienza: «La Iglesia dice lo que tiene que decir»

El obispo de Cádiz y Ceuta, destaca el “carácter especial” de la Semana Santa ceutí y niega que la Iglesia esté “perseguida” en España, aunque sí que no está ni “valorada” ni “bien tratada”
 

CEUTA
Gonzalo Testa

local
@elpueblodeceuta.com

En los últimos días de una semana que es “tiempo central de la vida cristiana”, el obispo de Cádiz y Ceuta, monseñor Antonio Ceballos (Alcalá La Real, Jaén, 1931), destaca en esta entrevista el carácter “especial” de la Semana Santa y se deshace en elogios hacia el trabajo realizado por las Hermandades y Cofradías de la Ciudad Autónoma, que a su juicio han experimentado un crecimiento “cualitativo y cuantitativo” del número de sus miembros y del sentimiento cofrade que profesan también en las “catequesis públicas” que según su parecen son las procesiones de estos días. Además, Ceballos niega sentir que la Iglesia Católica esté “perseguida” actualmente en España, aunque sí que no está ni “valorada” ni “bien tratada”.

Pregunta.- En la recta final de otra Semana Santa, ¿algún aspecto que destacar de la de este año?

Respuesta.- La Semana Santa en la Diócesis de Cádiz y Ceuta está muy preparada a uno y a otro lado del Estrecho, como he podido presenciar, ver y darme cuenta en la ciudad autónoma hace pocos días.

P.- Pero la ceutí tiene que tener particularidades necesariamente distintivas por razones de índole tanto sociológico como visual. En pocas ciudades pueden apreciarse estampas como la del Medinaceli rodeado por miles de personas pasando en su traslado ante el minarete de la mezquita de Sidi Embarek. ¿Qué impresiones le produjo los días que pasó aquí?

R.- La diferencia se puede apreciar en que en Ceuta, donde la comunidad católica convive con otras religiones, la Semana Santa tiene un carácter especial porque resalta mucho más. El Domingo de Ramos, el Nazareno, la Virgen de África en su día... Todo resalta muchísimo porque las procesiones son catequesis prácticas que interpelan al creyente y al no creyente; que interpela al niño, que ve pasar al Nazareno y le pregunta al padre ‘¿ese quién es?’; que interpela a los jóvenes de este siglo XXI en el que estamos viviendo y que se caracteriza por una fuerte ola de laicismo que hace desaparecer el sentido de lo religioso, y que interpela a los adultos, que viven con mayor profundidad el sentido religioso de la vida y ven acrecentada su vida de fe, conocimiento y seguimiento de Cristo.

P.- ¿Percibe que la Semana Santa está perdiendo contenido en favor del continente, de la escenografía?

R.- Lo que yo aprecio es debido al estudio que hacemos de la situación: en el mundo, en la sociedad actual, estamos padeciendo la pérdida del sentido de lo religioso por un proceso de secularización y una fuerte oleada de laicismo, nihilismo y de positivismo que deja a un lado lo religioso. Dios no cuenta y parece que la sociedad de nuestro tiempo quiere demostrar que el hombre lo puede hacer todo.

P.- ¿Tiene alguna autocrítica que hacer la Iglesia sobre su papel ante ese proceso de secularización? ¿Qué está haciendo mal o qué no está haciendo la Iglesia católica?

R.- La Iglesia lo que está haciendo es una nueva Evangelización. Eso es lo positivo. Estamos promoviendo hablar de Jesucristo por medio de la palabra, de aumentar los compromisos de la vida cristiana... Lo tenemos muy presente y en las mismas Hermandades y Cofradías estamos impulsando una formación más seria de quienes las componen y participan activamente de ellas. En Ceuta he visto un trabajo muy intenso en ese sentido y en el tiempo que llevo como obispo he constantado que ha crecido mucho y muy bien el número de cofrades y su sentimiento como tales.

P.- Crecen destacadamente las corrientes más conservadoras, cuyos principios son más rígidos, como el Camino Neocatecumenal. ¿A qué lo atribuye mientras hay voces que dicen que la Iglesia ha renunciado a algunos valores para no quedarse vacía y no lo ha conseguido?

R.- Si estamos hablando de Semana Santa debo decir que las Hermandades y Cofradías siguen creciendo. Como cada vez se forma mejor a sus miembros esa religiosidad popular cada vez tiene más sentido.

¿La Iglesia perseguida? “No”

P.- Usted decía recientemente que el cristianismo, cuando sufre persecución, “crece más y se hace más vivo”. ¿Usted cree que el cristianismo está perseguido actualmente a nivel local, nacional o internacional?

R.- En el mundo hay de todo. Hay lugares donde crece el cristianismo sin ser perseguido, pero realmente en los lugares donde sufre persecución es donde crece con mayor fuerza y con mayor rigor. La vida cristiana, allí donde se ve perseguida, recibe el aliento del Señor para que tenga una respuesta adecuada viviendo el amor, la justicia, la entrega y el sacrificio con mayor sentido. La vida cristiana no se viene abajo en los momentos de dificultad, sino que es cuando más crece.

P.- ¿Usted cree que la vida cristiana está perseguida ahora en España?

R.- Tanto como perseguida no. Puede estar no valorada, no bien tratada en determinados momentos... Persecución ahora mismo no. ¿Usted ve a la Iglesia perseguida?

P.- Yo no lo veo

R.- Por eso le digo. Lo que tampoco está es bien tratada. No se le tiene en cuenta, pero la Iglesia cuando hace sus afirmaciones dice lo que tiene que decir y no puede dejar de decirlo.

P.- La Iglesia debe tener el derecho de decir lo que quiera, pero ¿considera que hay espacios en los que no debería entrar?

R.- Como sociedad que es la Iglesia tiene en el mundo una finalidad de tipo religioso que ilumina con su doctrina, su ejemplo y sus obras al resto de la sociedad. La Iglesia destaca por su servicio a los pobres, a los necesitados, a los drogadictos, a los inmigrantes... La Diócesis de Cádiz y Ceuta sobresale por su atención a los inmigrantes, a los niños de la calle... Somos pioneros en el amor, en la caridad y en la justicia, y por eso cuanto tenemos que hablar, hablamos.

P.- ¿Aquella nota instando a no votar a los partidos que habían negociado con ETA había que hacerla?

R.- Yo ahí prefiero no entrar, pero la Iglesia dijo lo que tenía que decir, que no fue exactamente eso. Lo que expuso fue una doctrina que quienes la tradujeron dijeron eso. Una cosa es lo que se dice y otra lo que se dice que se dice. La Iglesia lo que dijo fue que el terrorismo es perverso en sí mismo.

P.- ¿La Iglesia está adaptada a nuestra sociedad o le queda aún camino que recorrer?

R.- En el Concilio Vaticano II la Iglesia hizo un esfuerzo tremendo por estar presente en este mundo y así lo está. Lo que pasa es que aquello que dice o hace choca con grupos a los que no les va y por eso se la trata de esa manera. Siempre estamos abiertos a todo.
 

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