Además de para otras muchas cosas que obvia y objetivamente
es urgente conseguir como el de “alcanzar niveles de
crecimiento económico sostenible equiparables a media
comunitaria, atendiendo a la inclusión social, la protección
y la mejora del medioambiente, la igualdad entre hombres y
mujeres y la creación de más y mejores empleos” el Programa
Operativo de los Fondos Europeos de Desarrollo Regional (FEDER)
para el próximo sexenio al que la Comisión de Economía de la
Ciudad Autónoma dio su visto bueno definitivo anteayer
señala entre sus prioridades máximas la de “mejorar la
imagen pública de Ceuta”.
Bajo ese epígrafe y con parte de los 45,2 millones que la
Unión Europea decidió destinar a Ceuta durante este periodo
en noviembre del año pasado las instituciones implicadas se
proponen “mejorar la imagen pública en general de Ceuta” y,
en particular, “lograr el posicionamiento de la ciudad como
atractivo destino turístico” y “fomentar la cooperación
fronteriza económica, empresarial e institucional entre
empresas e instituciones de Ceuta y su entorno fronterizo de
Marruecos, principalmente en el ámbito de la solución de
problemas comunes y en beneficio de los habitantes de ambas
zonas”.
Dentro de este mismo objetivo se enmarca la voluntad
política que marca el Programa de “extender la cultura a
todo el conjunto de la población” mediante el “rescate y
conservación del legado recibido y que se ha de transmitir,
el aumento de las manifestaciones culturales de todo tipo y,
sobre todo, la promoción del acceso a estas manifestaciones
desvinculado de las condiciones sociales y del lugar de
residencia de los individuos”.
Se trata, en realidad, de una perspectiva que va mucho más
allá de razones estrictamente culturales y que tiene, cómo
no, una sólida base económica. El Programa Operativo
advierte de que el futuro de la ciudad debe orientarse
teniendo en cuenta determinadas “tendencias” de su contexto
más próximo como el “desarrollo económico” y los “cambios en
el nivel de vida de la población de Marruecos”, evolución al
alza que somete a “posibles problemas derivados de la
evolución del tipo de cambio de su moneda”.
No en vano, el análisis DAFO que incluye el propio informe
señala entre las once fortalezas de la ciudad varias
vinculadas al otro lado de la frontera: son “el conocimiento
del mercado marroquí y de su idiosincrasia” que atribuye al
sector económico y empresarial ceutí; el “alto potencial
atractivo” de su ubicación geográfica como ciudad europea en
el continente africano y el “diferencial en la calidad de
los servicios” que la ciudad aún puede esgrimir ante
Marruecos para atraer a parte de los turistas con alto poder
adquisitivo que veranean en los alrededores.
El análisis DAFO es una metodología de estudio de la
situación competitiva de una empresa, institución o, en este
caso, ciudad, dentro de su mercado y de las características
internas de la misma, a efectos de determinar sus
Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades. Las
debilidades y fortalezas son internas al elemento a estudio;
las amenazas y oportunidades se presentan en el entorno del
mismo.
Fortaleza... y amenaza
En ese estudio de datos cruzados se advierte también de que
una fortaleza actual puede convertirse, si no se toman las
medidas adecuadas, en una debilidad en muy poco tiempo. Así,
el Programa advierte de que el desarrollo turístico en la
zona colindante con Marruecos tiene “posibles connotaciones
en la creación de centros de servicios que compitan con los
de Ceuta”.
“Dentro de un contexto económico dominado por el sector
terciario, a través, principalmente, de las Administraciones
Públicas, el comercio y las actividades relacionadas con el
transporte marítimo, se constata una clara dependencia del
que se conoce como comercio transfronterizo con destino
Marruecos, caracterizado, en función de las condiciones en
que el mismo se lleva a cabo, por ser incierto, inestable y
previsiblemente sometido a un progresivo debilitamiento”, se
señala a continuación en el Programa de los FEDER, donde
también se advierte sobre el próximo desarme arancelario
marroquí y sus consecuencias en Ceuta y se reconocen que
“las permanentes e infundadas aspiraciones anexionistas de
Marruecos, suponen un riesgo peculiar, y casi insalvable,
para la inversión empresarial, dificultando, al mismo
tiempo, la normalización de las relaciones comerciales,
económicas y financieras de Ceuta con su entorno más
próximo”.
Para impedirlo se propone “promover actuaciones para generar
una oferta comercial y de servicios que sirva de atractivo
para los residentes en las zonas turísticas situadas en el
norte de Marruecos” que sirva para aprovechar alguna de las
oportunidades más evidentes para el horizonte del desarrollo
ceutí, entre las que se cuentan la necesidad de una
“infraestructura adecuada, servicios de acompañamiento y una
difusión adecuada de la imagen de la ciudad” para aprovechar
su “alto atractivo turístico”.
El desarrollo de “la cultura del ocio y el turismo a nivel
nacional y comunitario”; el “aprovechamiento de la oferta
cultural y la relacionada con los recursos naturales”; y la
“intensificación de la sociedad del conocimiento abriendo
nuevas oportunidades de negocio que pueden desarrollarse en
modo deslocalizado” son otras de las vías que se proponen
para contribuir a la mejora de la economía local, cuyo
desarrollo pasa por “las tecnologías de la información y
comunicación como elemento de dinamización económica”.
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