El gremio de los abogados de la ciudad se está viendo
obligado a hacer un paro forzoso en sus tareas como
consecuencia de la huelga de los funcionarios de Justicia,
iniciada hace siete semanas. Los letrados aseguran que las
movilizaciones traen dos consecuencias claras: las pérdidas
económicas y el malestar de sus clientes, que ven como sus
causas quedan bloqueadas en los despachos y en las oficinas
del Palacio de Justicia. Por ello, muchos abogados se
dedican estos días a ejercer únicamente trabajos como
asesores de las empresas, una labor en la que no afecta la
huelga y que se convierte en la única fuente de ingresos.
Después de un mes y medio de protestas, la huelga de
Justicia en Ceuta se está dejando sentir en diversos
sectores de la sociedad, no sólo en los propios funcionarios
que se mantienen en huelga. Uno de los gremios que más están
sintiendo esta situación de bloqueo es el de los abogados,
quienes se ven obligados a hacer un “paro forzoso” al no
haber movimiento administrativo en los despachos de los
distintos juzgados de la ciudad. Se estima que en Ceuta hay
180 colegiados afectados por el colapso de los tribunales y
se han suspendido alrededor de medio millar de juicios.
Así lo explica la decana del Colegio de Abogados de Ceuta,
Isabel Valriberas, que afirmó que la huelga “nos afecta
desde el punto de vista de los procedimientos, ya que uno de
nuestros principios es satisfacer al ciudadano y eso ahora
mismo no se está cumpliendo”. Para la decana “los servicios
no se están prestando como debe ser”, y eso redunda en el
trabajo de los abogados de dos formas diferentes: en el
aspecto económico y en el de atención al ciudadano.
Pérdidas económicas
En el primer caso, Valriberas explicó que “nosotros
facturamos cuando los procesos terminan, así que si estos no
se tramitan y no hay juicios pues nosotros no cobramos”. En
este sentido, la representante de la Abogacía ceutí comentó
que “no pasa nada cuando esta situación se prolonga una
semana o dos, pero si hablamos de meses como en este caso,
ya empezamos a notar los efectos de forma severa”. No
obstante, Valriberas también es consciente de las pérdidas
económicas que la huelga está provocando en los mismos
funcionarios, a los que un día sin trabajo les cuesta entre
60 y 90 euros de su salario. Por ello, la decana del Colegio
de Abogados apuntó que las movilizaciones de los
trabajadores “nos están afectando a todos”, y en las mesas
de los despachos los papeles se amontonan de la misma forma
que en el Decanato del Palacio de Justicia.
“Nosotros presentamos las demandas que nos llegan a las
oficinas, pero estas se quedan paralizadas una vez que
llegan a las oficinas de los Juzgados, así que tampoco
podemos hacer mucho más” lamentó Valriberas. No obstante,
los abogados no están quietos, ya que “siempre hay cosas que
ordenar en los despachos”. Otra de las salidas para mantener
los ingresos es la asesoría de clientes, una labor que
realizan la mayoría de los abogados paralelamente a su
trabajo en los tribunales y que estos días se ha convertido
casi en su único cometido. “Muchos compañeros están volcados
en este trabajo y son los menos afectados” explica
Valriberas.
Malestar de la clientela
Otra de las consecuencias de las que hablan los abogados en
el malestar que se genera entre los ciudadanos que acuden a
los despachos a pedir sus servicios o la clientela fija que
ya tiene cada uno en su cartera. “Toda esta paralización
provoca la insatisfacción de gente y eso luego lo pagas tú,
porque no van a quejarse a los tribunales, sino a los
abogados que tienen contratados” explicó la decana, quien
añadió que “no sólo se trata de juicios, sino de trámites
administrativos como divorcios o bodas”. La decana concluyó
afirmando que “al final nosotros somos los receptores de las
quejas”.
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