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OPINIÓN - MARTES, 18 DE MARZO DE 2008

 

OPINIÓN / LAS NOTAS DEL QUIM

De cómo perjudicar al ciudadano
 


Quim Sarriá
quimsarria@elpueblodeceuta.com

 

Un fin de semana más; un fin de semana de diversiones sanas; un fin de semana conflictivo para los que se deciden a viajar con el pensamiento único de aprovechar la Semana Santa; un fin de semana con noticias agradables, desagradables, buenas y malas; un fin de semana en el que decido quedarme en casa, o séase en Ceuta; un fin de semana que por primera vez en cuarenta y cuatro años no pido vacaciones a nadie, para vacaciones estoy siendo jubilado; un fin de semana en el que salgo contento de tener nuevos amigos y reunirme con los viejos amigos, sin contar con la satisfacción que me da la derrota del “Madrí” ante el Depor. Aunque el Barça empate.

Algunos se quejan de que hago demasiadas críticas o que nunca escribo bien del PP…, vamos a ver, si escribo opiniones críticas es porque para eso estoy: para escribir opiniones críticas. Si escribiera de lo bien que lo hacen (aunque lo hagan mal), de las magnificencias (aunque sean “horriblicencias”), de los guapos que son (aunque sean feísimos)… entonces me tacharían de pelotillero de marca mayor. ¿Nunca están conformes ni contentos? Yo sí, aunque escriba opiniones críticas sigo contento, además si me obligaran a escribir de lo contrario… me metería antes a cura, que por otro lado es imposible.

Mis opiniones no perjudican al ciudadano en nada, con pasar de ellas lo tiene resuelto, lo que sí perjudica al ciudadano es la desinformación que emana de toda autoridad política para hacerle creer lo que no es. Poco a poco se van desvelando verdades hasta ahora ocultas, destrozando por completo aquellas mentiras que calaron hondo en las mentes de los ciudadanos que creyeron de buena fe esas trolas y con ello llega o llegará el descorazonamiento y la confianza en quienes los han mantenido engañados tantísimo tiempo.

Sólo con que se siente uno, que desde luego no asume tener toda la razón del mundo en lo que se plantee, en la mesa con otros ciudadanos y se comience a debatir sobre política con remembranza de hechos pasados… se da uno cuenta hasta dónde ha calado la desinformación más o menos oficial.

Desde cómo se fundó la banda de asesinos denominada ETA hasta de cómo saltó por los aires cierto vice-presidente de tupidas cejas y seguro virrey del imperio donde no se pone el sol ni los toros, centinela de la cosa esa de Occidente. La tergiversación de la más pura y simple realidad es enorme y las mentiras soltadas las tienen como dogma de fe que les hace aferrarse en lo que no fue, es ni será la realidad.

Por todas las mentiras urdidas y por las que pudieran venir, es necesario más que nunca que el ciudadano asuma la asignatura de Educación para la Ciudadanía… así abrirán los ojos a la realidad y contarán menos chistes… aunque tengamos que luchar contra los tiranos retrógrados, los ultra conservadores y los clérigos inmovilistas. Auténticos necesidades de mantener al pueblo con mentiras bien manidas y que no se les escape.

Estamos en Semana Santa y sin embargo hay quién no tiene ambages para mentir descaradamente cuando se trata de cosas que le benefician personal o políticamente, sin importarle en absoluto que eso perjudique al ciudadano. Ya verán Vds. cómo las van descubriendo al paso de los días. Y no seré yo el que se las ponga en bandeja… debe existir tensión y que todos nos metamos más en política porque de ella incide nuestro bienestar. Dejen de lado eso tan manido de que trabajen ellos.

Yo, ciertamente, no puedo aceptar que me digan que es pan lo que tengo en la mano, si lo que tengo en la mano es un croissant (cruasán en catalán). No puedo aceptar, en el caso del PP, que me digan que ellos llevan razón cuando no explican el por qué de llevar esa razón. No puedo aceptar que me digan que el presidente de nuestro Gobierno lo hace mal si no me dan una alternativa de que ellos lo hagan bien. No puedo aceptar que me digan nunca, porque el nunca no existe en los hechos de las personas.

Tampoco puedo aceptar a aquellas personas que usan un lenguaje desagradable para escribir sus opiniones, cargadas de insultos y palabras malsonantes, creyéndose en poder de la verdad e insultando a media España con su insistencia sobre el laicismo y presumiendo de su religiosidad, su pepería y su conservadurismo mientras sus partes pudientes son las más sucias del país y cargadas de tantos pecados laicistas que borran de su faz la supuesta religiosidad de la que presume. He escrito. ¿No te jode?
 

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