La Asociación Septem Nostra, que tiene como objetivos
básicos “la defensa, el estudio y la difusión del patrimonio
histórico y natural de Ceuta”, tiene previsto elaborar a
partir de este mismo año una memoria anual de varamientos de
cetáceos y tortugas en la ciudad autónoma que permita, en el
futuro, recopilar todo el material acumulado al respecto en
Ceuta sobre un fenómeno que tuvo el pasado sábado el último
ejemplo tras el hallazgo de un rorcual común en Benítez.
Septem Nostra tiene previsto iniciar a partir del próximo
mes de abril los trabajos de reforma, acondicionamiento y
mejora del pudridero de cetáceos y tortugas de que dispone
en las inmediaciones del cementerio de Santa Catalina,
espacio al que según lamentaron ayer fuentes de la
asociación conservacionista no fue trasladado el rorcual
común hallado el sábado en Santa Catalina “por razones
desconocidas”.
“Nos ha sorprendido”, lamentaron estas mismas fuentes, “las
prisas con que se gestionó el traslado del animal, de cuya
aparición no nos enteramos ni nosotros, que somos quienes
mantenemos un convenio con la Consejería de Medio Ambiente
para hacernos cargo de estos casos, ni buena parte del
departamento”.
No obstante, a pesar de la “descoordinación” con que a su
juicio se gestionó el hallazgo, salida del agua y posterior
traslado a Santa Catalina del cuerpo del cetáceo, desde la
asociación conservacionista se felicitaron ayer por el hecho
de que la osamenta del animal “aparentemente podrá ser
conservada” e incorporada al importante archivo de este tipo
de elementos que viene elaborando la entidad desde hace casi
diez años.
“Esperamos que en el futuro esa bolsa de material sirva
para, desde un punto de vista forense, encontrar trazas de
problemas, elementos contaminantes, enfermedades u otros
datos que nos revelen más información sobre estos animales o
las razones de sus varamientos”, indicaron desde Septem
Nostra, cuyos responsables proyectan también destinar parte
del presupuesto de su convenio con Medio Ambiente a la
realización de una memoria anual de los encallamientos de
estos animales en Ceuta.
La asociación volvió a señalar “los ruidos, las redes de
deriva en mayor medida que las almadrabas y la
contaminación” como las mayores amenazas para cetáceos como
el rorcual común en el área del Estrecho.
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