No puede haber procesión de Semana Santa sin la música, que
apela a los sentimientos y expresa en forma de melodía el
fervor religioso que envuelve estos días en cualquier ciudad
española. Los 55 músicos de la banda ‘Ciudad de Ceuta’
interpretaron un repertorio “que alterna melodías alegres y
tristes”, comentó el vicepresidente de la entidad musical,
Pedro Arrebola, que participó tocando el trombón de varas.
Así, la marcha procesional de la Madre de Dios de la Palma
salió con las canciones ‘Madre Hiniesta’, ‘Virgen de los
Estudiantes’ y ‘Virgen de la Paz’. Esta agrupación musical,
creada en el año 87, tocando junto a la virgen de la Palma
desde 1995, momento en que Ceuta obtuvo su rango de Ciudad
Autónoma.
A Jesús le acompañó la banda Dúrcal de Granada, compuesta
por 51 musicos de diversas edades, desde los 12 hasta 56
años, liderados por la batuta de Manolo ‘Bocao’. El
presidente de esta banda tenía preparado un amplio
repertorio procesional, que pasó por la canciones ‘Virgen de
la Estrella’, que se escuchó a la salida del primer palio
por las puertas de la parroquia de San Bernabén en
Manzanera. En el libreto también se anotó las melodías de
‘Resplandor en Otero’, que, según el presidente de la banda
musical, “está escrita en honor a la Virgen de Otero.
“Tocamos con mucha ilusión y ganas”, expresó uno de los
intérpretes, que portaba una tuba. “Si no te gusta estar
aquí, no puedes aguantar seis horas andando y soplando el
instrumento”, apuntó. Manolo ‘Bocao’, de acuerdo con el
muchacho, y agregó que “este paso está muy bien llevado,
cosa que también ayuda. Si la procesión va a buen ritmo y
con fluidez, las horas pasan seguidas y no se hace pesada la
tarea”.
Quizá uno de los momentos más emotivos durante la salida de
la Virgen de la Palma fue la saeta que el maestro Pepe
Escobedo, presidente de Tertulia Flamenca, dedicó a la
madrina. Entre quejío y lamento, entre veterano cantaor,
conocido encima de los tablaos como ‘El Niño Amaya’,
demostró que lleva en este noble oficio más de 40 años.
Y la saeta cesó, ya la Virgen echó a andar con una
puntualidad bárbara. Seis de la tarde, era el momento
anunciado por los programas de mano que se contaban por
centenares en el llano del polideportivo de Manzanera. En
ese momento, la banda ‘Ciudad de Ceuta’ interpretó los
acordes del himno nacional, que acompañaron a la Madre por
la avenida Virgen de Otero hasta su paso por la Casa de la
Hermandad, donde, como cada año que el sol luce, esperaba su
Junta de Gobierno, para más tarde adentrase en los Jardines
de la Argentina, donde esperaban la mayoría de los medios de
comunicación para filmar a los pasos en los emplazamientos
más vistosos.
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