El obispo de Cádiz volvió a honrar ayer a la Vicaría de la
ciudad con su presencia para celebrar junto a los católicos
ceutíes el Domingo de Ramos, oficiando tanto la bendición de
las tradicionales palmas y ramos de olivo como,
posteriormente, concelebrando junto a los sacerdotes locales
una Santa Misa en la Catedral. Hoy a las 20.00 horas
repetirá en el Santuario con la Crismal.
Centenares de ceutíes se dieron cita ayer, Domingo de Ramos,
en el Santuario de Nuestra Señora de África, Patrona de
Cena, para asistir a la tradicional bendición de palmas y
ramas de olivo que, como en años precedentes, ofició el
obispo de Cádiz y Ceuta, rodeado de todos los sacerdotes y
diáconos de la ciudad autónoma, con quienes después se
trasladó hasta la Santa Iglesia Catedral para celebrar una
Eucaristía.
La benigna climatología que acompañó la jornada desde
primera hora incentivó la asistencia de los ceutíes,
deseosos de participar en los primeros actos de la Semana
Santa.
Junto a un gran número de inmigrantes subsaharianos y
decenas de niños jóvenes y mayores presenciaron con devoción
la bendición de Ceballos a sus ramas y palmas al grito que
escuchó Jesús en su entrada en Jerusalén: “Hosanna al hijo
de David; bendito es el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en las alturas. Bendito sea el reino que desciende
del cielo”.
Tras el acto el cortejo se dirigió, encabezado por el
obispo, se dirigió a través de la Plaza de África hasta la
Santa Iglesia Catedral, cuya capacidad se quedó corta para
acoger a los asistentes congregados, muchos de los cuales
debieron asistir de pie a la Eucaristía en los pasillos
laterales de su nave principal y bajo la puerta de San
Pedro.
Los sacerdotes ceutíes participaron activamente junto a
Ceballos de la Solemne Misa leyendo direferentes pasajes de
la Pasión de Cristo, para posteriormente dar paso a la
homilía, prólogo de excepción de estos días de encuentro con
su Fe para los cristianos.
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