Desde hace dos décadas es el
momento del año en el que más movimiento de personas hay, en
pocos días, a lo largo de la geografía de nuestro país.
Las mayores aglomeraciones en las salidas de las grandes
ciudades se producen estos días, ayer sábado, el día antes,
Viernes de Dolores, y muy especialmente el próximo miércoles
será el día que más movimiento haya en todas y cualquiera de
las carreteras, sean de la comunidad que sean. Para entonces
ya se prevén retenciones kilométricas en todas las salidas
de las grandes ciudades.
Y unido a esto hay que contar con el tiempo, que puede
suavizar esas salidas, anulándose muchas de ellas, si los
pronósticos marcan lluvias, frío o nieve. Que todo puede
ocurrir.
Por eso, en estos días, aquellos que se asoman al escaparate
de la TV tienen mucho cuidado con los matices, para no
volver a caer en las críticas que, hace media docena de años
tuvieron, especialmente desde Baleares, cuando pronosticaron
mal tiempo y sólo fue regular, pero la anulación de viajes y
reservas hoteleras fue masiva.
Pies de plomo, pues, en los hombres del tiempo que no saben
bien si informar de lo que saben a todo el país, o decir
medias verdades para que no se molesten las redes hoteleras.
Aquí todo tiene su porqué.
De momento, al menos hasta el sábado, las cosas están
saliendo bien. Los desplazamientos desde Madrid el viernes y
el sábado han sido muchísimos y Andalucía, siempre
Andalucía, y Valencia, en este caso, puntos de referencia.
Y de Ceuta ¿Qué decimos?. En principio que se está
programando todo para que el mucho movimiento de entrada y
salida esté perfectamente controlado.
Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Local se van a
repartir responsabilidades, o lo que es lo mismo, habrá una
estrecha colaboración entre los tres cuerpos. Y esto es
importante porque, que sepamos, los tres cuerpos deben tener
y tienen los mismos objetivos, aunque sea desde distintas
perspectivas:” garantizar la seguridad”.
Si anteriormente he hablado de mucho movimiento desde las
grandes ciudades, también hay que hablar de mucho movimiento
desde Ceuta y hacia Ceuta, y es por eso, precisamente, por
lo que existirá esa colaboración y coordinación entre los
tres cuerpos, para que entre todos ellos puedan garantizar
esa seguridad en la Semana Santa.
De Ceuta no podemos decir que salga medio millón de
habitantes porque no los hay, pero sí podemos hablar de un
gran movimiento especialmente los primeros días de la
semana.
La línea del estrecho, que durante el mes de febrero tuvo un
bajo movimiento, particularmente afectado por el mal tiempo,
va a hacer ahora su “agosto” con esas más de 30.000 personas
que se van a desplazar hacia una o hacia la otra parte. Es
lo que han dado en llamar una “mini” OPE, con comienzo en el
Viernes de Dolores y con el punto álgido el próximo
miércoles. Viajes, pues, para todos los gustos, salidas
obligadas muchas veces para encontrarse con las familias del
otro lado, y cambio de residencia de muy pocas horas pero
que sirve para la desintoxicación de tanto tiempo en el
mismo lugar. Todo sea para bien, pero sin accidentes.
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