Con la esperanza de que la
climatología respete las Salidas Procesionales de todas las
Hermandades y Cofradías de la Ciudad, hoy arranca la Semana
Santa de Ceuta, un patrimonio cultural de todos los ceutíes
con independencia de cuál sea su credo religioso que merece
ser disfrutada por musulmanes, hebreos, hindúes y cristianos
por igual, algo que también debería ocurrir con el Ramadán,
el Diwali o el Yom Kipur. La Administración debe ser la
primera en fomentar, habida cuenta de que esta riqueza es
una de las principales banderas de la ciudad autónoma, que
todos, ateos, agnósticos o fieles de cualquier credo,
conozcan el significado, las particularidades y la historia
de una fiesta que, como las mencionadas anteriormente, forma
parte de la historia, el presente y el futuro de Ceuta.
Desde el punto de vista exterior, la Semana Santa será una
nueva prueba de fuego para calibrar cómo funciona la nueva
estrategia de la Consejería de Economía, Empleo y Turismo de
la Ciudad Autónoma, que tiene en el Encuentro del Martes
Santo un evento particularísimo de primera magnitud no sólo
para atraer a Ceuta turistas o devotos interesados en
presenciarlo en primera persona, sino también para
incentivar la presencia de televisiones nacionales e incluso
internacionales que muestren, como hará EL PUEBLO TV a todo
el mundo a través de Internet, la riqueza de la Semana Santa
caballa. Estos días se plantea, además, el reto de la
gestión del gran número de vehículos y pasajeros que se
espera atraviesen el Estrecho con destino a Marruecos para
pasar estas fiestas en el país vecino. La ciudad no sólo
debería ser capaz de empezar a lograr que esos turistas en
tránsito encuentren los alicientes necesarios para detenerse
siquiera unas horas y no irse del puerto a la frontera sin
detenerse, sino que también tendrá la oportunidad, vistos
los monumentales atascos de ayer, de exigir al Estado de una
vez por todas que ponga toda su voluntad al servicio de la
mejora y adecentamiento de la carretera a la frontera y al
propio Tarajal porque al final, también en Semana Santa, una
imagen vale más que mil palabras.
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