El cáncer es la segunda causa de mortalidad infantil de la
población española en el rango de edad que va desde los 12
meses hasta los 14 años. Así lo informa la Asociación
Española Contra el Cáncer (AECC), que agrega que, “desde
hace años, las terapias disponibles para el tratamiento de
pacientes” aquejados por esta enfermedad “han permitido
mejorar significativamente las tasas de supervivencia así
como la calidad de vida de los afectados”.
Además, según una nota contenida en su página web (www.todocancer.com),
hay motivos sobrados para no perder la esperanza, puesto que
“las estadísticas dicen que hasta el 76 por ciento de los
casos pueden curarse”, llegando hasta el 90 por ciento en
diagnósticos concretos. Claro está, la curación “nunca
tendrá lugar si no se ponen medios para prevenir la
enfermedad”, como un diagnóstico regular.
Indicios en los niños
El cáncer infantil puede manifestarse al inicio con unos
síntomas “muy sutiles”, por lo que su diagnóstico puede ser
difícil. Por ello, es sumamente importante que los padres
acudan a las revisiones periódicas del niño con el pediatra
y estén atentos a cualquier signo de alarma que indique que
su hijo está enfermo. Algunas de estas señales son la falta
de energía, pérdida de apetito y fiebre o dolores de cabeza
constantes.
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