Una almadraba en la zona de Benzú debió acabar con la vida
de la ballena, un rorcual común, entre hace una semana y
diez días. El poniente la trasladó hasta la playa de
Benítez, donde fue hallada ayer a media tarde. Cuatro horas
se tardó en trasladar al especimen hasta el muelle de Alfau.
Una vez en el puerto, el veterinario de la Consejería de
Sanidad del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Ceuta, Álvaro
García, adelantaba con pocas dudas que el cetáceo habría
fallecido asfixiado al quedar enredado en un almadraba: el
corte limpio de la cola y de parte de una aleta eran
indicios, pero es que además venía liada en un cabo de red.
“Los pescadores tienen obligación de avisar a la Consejería
en estos casos, pero prefieren cortar al animal y recuperar
la red cuanto antes”, señaló el veterinario de la Consejería
de Sanidad.
Se calcula que en el Mar Mediterráneo hay entre 300 y 400
ballenas que en estas fechas pasan por el Estrecho de
Gibraltar en busca de las aguas más frías del ártico. “Una
al año cae casi siempre”, manifestó el veterinario.
Realmente, la última, cuyos huesos descansan en el Museo del
Mar, fue hallada hace 2 años.
Un buzo de la Autoridad Portuaria enganchó al animal en
media hora ante la atenta mirada de una decena de curiosos,
pero la grúa no pudo con el rorcual, por lo que se decidió
dejarle varado a la espera de un gancho más robusto.
Una cosa que no se puede reflejar con fotos ni texto es el
hedor que desprendía el animal. De camino al coche quedé a
favor del viento y aquello olía a... olía a... a ballena
muerta.
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