sociedad - SÁBADO, 15 DE MARZO DE 2008

CEUTA
Luis Parodi
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Detrás de las bambalinas de la Semana Santa, de las saetas y de los nazarenos, al otro lado del centro de la ciudad, en el acuartelamiento del Serrallo, sin público y sin cámaras de televisión, el aliento de las cornetas y los tambores es capaz de calentar los corazones a los tanques BMR que flanquean el camino que durante algo más de cuatro horas realizan los legionarios durante sus ensayos para la Semana Santa. El Novio de la Muerte tiene que estar más vivo que nunca; las cornetas limpias, los tambores fuertes y el paso afinado, al compás. De eso se encargan el capitán de la compañía y, a pie de obra, el teniente, como si peritase las voces y el ritmo de su sección.

El piquete que acompañe el Martes Santo al Encuentro lo compondrán alrededor de 40 hombres. Llevan dos semanas entrenando sus gargantas para que tras el acompañamiento musical de esta semana no se queden afónicos, más aún cuando después de colaborar en ‘El Encuentro’, tendrán que viajar a la Península para acompañar otras dos procesiones.

Ninguno de los hombres que figura en la formación está obligado a entregarse a la fiesta religiosa, son “voluntarios”, indica el teniente Carmelo Cid. Para José Javier Trejo, un canario que ha dejado hijos en su tierra para alistarse a La Legión ceutí, esta será su primera vez. El año pasado visualizó ‘El Encuentro’ inmerso en el público, este año, quiere sobrepasar emociones y considera que lo que vivirá desde dentro será más intenso que lo que anañizó desde fuera en 2007.

Estos legionarios pierden tiempo de sus vacaciones por acompañar a la imagen del Nazareno. Han ensayado alrededor de cinco horas durante dos semanas ininterrumpidas y han portado fusiles con más peso que los que levantarán durante el desfile. Como señala Cid, la idea es que se les acostumbre el brazo y que “den la talla” durante las más de cinco horas de procesión. Algo más de tres kilos en cada brazo, por eso, la contraseña del corneta advertirá a los hombres para que cambien de lado el arma y no se les quede el brazo dormido.

Cuando Jesús de Nazareno asome por la puerta del Santuario Nuestra Señora de África, La Legión lo recibirá con los acordes del himno nacional y presentará sus armas y su voluntad. Todo por la patria y por Dios. Antes de que se produzca el encuentro ya se habrá tocado el Novio de la Muerte una vez. Después de que se entone en el momento cumbre de la noche, pasadas las 21.00 horas, durante el cortejo procesional, se tocará ocho veces más, con el fin de no desgastar los labios de los cornetas y no resqubrajar las voces. Durante el recorrido, la banda de guerra tocará marchas propias de La Legión. No olvide coger sitio horas antes para verlos fuera del cuartel.
 

El Tercio Duque de Alba no estará en Málaga con el Cristo de Mena

Málaga es una plaza única. Es irrepetible. Para un legionario de corazón, de los de tatuaje con insignia española y barba viril, resulta único portar al Cristo de Mena. Sin embargo, para los legionarios ceutíes esa posibilidad no llegará hasta el año 2010. Los cuatro Tercios españoles (Ceuta, Melilla, Ronda y Almeria) van rotando cada año su visita al puerto de Málaga y su formación por la calle Larios. Si en Ceuta son ocho las veces que se entona el Novio de la Muerte, en Málaga la cifra alcanza las 50 personas. Cuando salen a la Península, suelen visitar otros pueblos para acompañar a diversas imágenes, con lo que el número de veces que recitan la canción termina por destrozarles la garganta. Este año, los ceutíes, después de tocar en la ciudad autónoma, irán a Álora y a Alhaurín a tocar. Concretamente lo hará un piquete de gastadores mandado por un cabo 1º y una banda de guerra mandada por un brigada. El uniforme de los legionarios el día de la procesión sea cual sea la plaza es el mismo, el clásico y el elegante: mangas remangadas, trinchas negras, pantalón sarga, camisa sarga y chapiri (gorro) puesto.