EL PUEBLO comprobó ayer en primera persona el polvo que se
acumula en la carretera de servicios de Benítez. El tránsito
de camiones es muy numeroso y uno de los trabajadores de los
almacenes del Muelle de Poniente asegura que, “a primera
hora de la tarde es mucho peor”. Pero los que más lo sufren
son los vecinos, sobre todo los que están a pie de la
calzada. Una de las señoras relató cómo el polvo es capaz de
crear en una hora suciedad en el cuerpo y escozor en los
ojos. De esta forma lo narraba Esperanza Gómez, vecina del
bloque número 151, que a veces, sola con su manguera, riega
la calzada. “Estamos en un sinvivir, porque nos duelen los
ojos y estamos todo el día limpiando, solo pedimos que se
acuerden de nosotros y no solamente del Centro”. La señora
mostró el alféizar, que había limpiado esa misma mañana,
lleno de tierra nuevamente. Los camiones que operan en Benzú
acuden a su cita con la obra sin tapar el cargamento y con
el interior de la doble rueda que caracteriza a estos
furgones llenas de tierra reseca que va dejando un rastro de
polvo a su paso. Algunos vecinos relatan que la situación
fue insufrible hace 15 días y que incluso Casa Juan cerró su
local durante tres días.
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