Como el pensamiento es libre, libres son los dirigentes del
PP para pensar que el delegado es un pirata y que el domingo
los votos de la periferia se contaron antes para ponerles de
los nervios, pero libre es también Arreciado de creer, como
dijo ayer con todas las letras, que el Gobierno de la Ciudad
no sólo se ha apropiado del poder de decir qué es y qué no
de interés general para los ceutíes, sino que actúa sin
tener en cuenta quién es el propietario de los inmuebles o
terrenos sobre los que proyecta sus obras para, previa
filtración a los medios, dejar al dueño a los pies de los
caballos y obligarle a satisfacer sus deseos.
Hace 70 años y medio el por aquel entonces (1937) presidente
de la República, Juan Negrín, pronuncio ante la Asamblea de
la Sociedad de Naciones, algo así como nuestra ONU, un agrio
discurso que tituló ‘La política de hechos consumados’ en el
que reprochaba a la comunidad internacional legalizar con su
inacción las invasiones y rebeliones fascistas que padecía
media Europa. Ayer, en un escenario mucho menos elevado,
rodeado por 6 toneladas de hachís, en el campo de tiro de La
Lastra, Arreciado pudo haber titulado su discurso igual.
La diferencia radica en que, en lugar de a un árbitro
externo, Arreciado se dirigió a los medios para hacerles ver
a ellos y a los ciudadanos su papel en la disputa que la
Delegación y la Ciudad mantienen sobre la propiedad y el uso
de varios solares [el del Mercado Central y la carretera
hasta la frontera] registrados a nombre de la Administración
General del Estado pero para los que el Gobierno ceutí ya
tiene proyectadas y presentadas obras “importantísimas”.
Como la actualidad manda y anteayer se supo, vía nota de
prensa de la Asamblea, que Vivas ha pedido por carta al
Ministerio de Hacienda y a Patrimonio del Estado que le
cedan definitivamente el entorno del Foso de la Almina para
trasladar el Mercado, “poner en valor” lo que tiene debajo y
soterrar el tráfico a su alrededor, empezó por ahí.
Con cierto hartazgo, rechazó volver sobre quién es el dueño
del solar: “La propiedad registral es la que es y deja bien
claro quién da fé pública de ella”, dijo. Acto seguido, y
antes de entrar en harina, explicó que al final todo esto
parece una trifulca ficticia: “Estoy seguro de que en el
contexto de otra serie de cuestiones que tenemos que
resolver el Estado y la Ciudad [¿la cesión del chalé de
Ybarrola?] se encontrará una fórmula para satisfacer los
deseos de la Ciudad”, previó el delegado, que enseguida dio
a conocer el porqué de su cabreo.
“La difusión”, advirtió, “la filtración continua de cartas
particulares entre ambas administraciones o de informes que
se han hecho en 24 horas sobre supuestos derechos de la
Ciudad no ayuda”.
“No es posible, no ayuda”, reiteró antes inclinarse por
llevar estos debates “al ámbito del Derecho” y “a reuniones
más discretas”. “La impresión que se puede sacar de todo
esto”, terminó diciendo, “es que se está intentando poner al
Estado frente a un hecho consumado: ‘Esto es lo que quiere
Ceuta y usted, o hace lo que quiere Ceuta o volvemos a la
cantinela de siempre: que está en contra de los intereses de
Ceuta, el olvido y el discurso de tantas veces”.
“Me parece que por ahí va al menos la política de
comunicación que está haciendo la Ciudad, y yo creo que no
debe seguir”, resumió su posición al respecto.
“Presión” al Estado
Desde ahí, Arreciado empezó a entrar en detalles: “La
Delegación no ha intervenido en este debate [el del traslado
del Mercado a la Manzana] aunque sabíamos que se iba a
producir, pero entendimos que el marco de discusión de esto
debía ser una reunión serena, tranquila y transparente”,
opinó tras distinguir lo que es informar y lo que es la
filtración interesada: “Hay que informar, pero esta especie
de presión contra el Gobierno de España y la Delegación del
Gobierno no es buena, y yo creo que es lo que está
sucediendo”, lamentó.
A continuación, el delegado pareció preguntarse cómo es
posible que la Ciudad ponga en marcha “iniciativas
importantísimas como la licitación de proyectos de obra que
afectan a bienes de la Administración General del Estado
sobre los que se empiezan a dar pasos sin la autorización
pertienente...”. “Se puede discutir si hemos tardado mucho o
poco en contestar, pero no se pueden poner en marcha
mecanismos sin la propiedad del terreno”, se respondió.
“Eso se hace y me da la impresión, que espero que sea sólo
eso y no una estrategia, de que se trata de colocar al
Estado ante un hecho consumado: como la Ciudad ha decidido
hacer esto con bienes del Estado, o este se aviene a hacerlo
como lo plantea la Administración autonómica o está
traicionando a los ceutíes”.
Para concluir, el delegado pidió “a todos” que aprendan que
“esa no es la manera de actuar”. “Hay que contar con las dos
Administraciones siempre, pero mucho más cuando se refiere a
dos proyectos singulares, uno de ellos absolutamente
emblemático porque a su vez condiciona la Manzana del
Revellín, asunto en el que no quiero entrar”, remató antes
de advertir a Vivas de que no le quedará otro remedio que
verle la cara: “Esperaba que me llamase para hablar del
solar del Mercado, pero ha decidido mandarle una carta al
Ministerio. La respuesta será que se tiene que ver conmigo”,
concluyó.
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Las filtraciones de la Ciudad sorprenden e irritan al
delegado del Gobierno
El mosqueo del delegado con la
política de comunicación del Gobierno ceutí no viene del
periodo electoral. Sin remontarse más lejos, el pasado 7 de
febrero Arreciado compareció ante los medios en el arroyo de
las Bombas después de encontrarse, negro sobre blanco, en la
prensa, la carta que le había remitido al consejero de
Fomento para plantearle la posibilidad de trasladar el
futuro Palacio de Justicia del solar del Cine África a la
Comandancia de Obras. Con malestar visible, Arreciado dejó
claro que su misiva, puesto que él no se la había dado más
que a su interlocutor, sólo podía haber salido de un sitio:
el Palacio autonómico. El origen de la noticia sobre la
existencia de una carta del delegado de Hacienda en Ceuta en
la Asamblea reclamando la propiedad del solar del Mercado se
ha intentado imputarse, inexplicablemente, a UDCE-IU, que
simplemente envió un comunicado tras leer un teletipo de la
Agencia Europa Press donde fuentes de ambas instituciones
confirmaban dicha reclamación. El informe de Salans sobre
este asunto, obviamente, tampoco pudo salir más que de un
sitio: otro despacho de la Ciudad Autónoma.
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