Ha cambiado la situación del “Pelotazo” en nuestra ciudad,
un duro golpe para quienes no esperaban un cambio radical a
corto plazo, pero la vida a veces te da duros palos. Hoy en
día el miedo recorre las calles de nuestra ciudad para
aquellos con un incierto futuro en el pelotazo y que durante
años se han aprovechado de su buscada posición, logrando
puestos inmerecidos, colocando a sus amigos en los cargos
que le han dado la gana o quizás tratando a los clubes con
distinto rasero dependiendo de quien le podía apoyar o quién
no le importaba , hoy en día mucha gente en esta Ciudad
desea honestidad e igualdad en el pelotazo y otros en cambio
más beneficiados no dejan destapar la “caja de Pandora ” o
de los truenos.
Este pensamiento recorre todos los rincones de nuestras
calles y campos deportivos, con murmullos en la oscuridad
que arremeten contra años y años de una pésima gestión, que
han causado asfixia a quienes lo han puesto todo encima de
la mesa, le han obligado a sentarse delante del televisor
para ver el “pelotazo” sin más, han aburrido al más aburrido
que lo hubiera y han maltratado al más luchador del mundo
para que no le pisara la parcela que habían logrado a base
de patrañas, mentiras y abusos.
El cambio se aproxima y el escenario tiene que reventar, la
calle espera a todos estos “listillos” que más que
beneficiarnos nos han ahogado poco a poco. Hay que dar paso
a una entera renovación en todas las áreas, dónde una nueva
generación de personas trabajadoras, honestas, dialogantes y
sin acritud de ego ofrezca un proyecto de futuro encima de
la mesa que cambie esta situación pésima y dictatorial desde
hace mucho tiempo. La condiciones deben mejorar para todos
por igualdad, dónde no exista discriminaciones deportivas,
dónde no exista diferencias a la hora de apoyar a un club u
otro, dónde la justicia impere para todos por igual y no por
nombres o favores, dónde la fuerza de nuestro “pelotazo”
aumente con una buena organización y con una detallada
planificación a corto y largo plazo, con gente que ocupe los
cargos no por ansia de poder ni de protagonismo y sí de
ideales, de trabajo diario y de actitud, logrando aumentar
un oscuro prestigio deportivo ganado a pulso dentro y fuera
de esta Ciudad.
Muchos se preguntaran como se logra cambiar un banco pintado
con lo que hay en esta Ciudad o dirán para que queremos
cambiar si a nosotros nos va bien o quizás haya quién piense
que no tiene nada que hacer contra el poder absolutista.
Pero ante estos posibles pensamientos hay uno que no debemos
olvidar, el de nuestros hijos, los hijos de nuestros amigos
o quizás el de nuestros vecinos en cualquier centro
deportivo de esta ciudad de “listos”, niños y padres que
aspiran a que opten al camino deportivo en el futuro o a
todos aquellos que este deporte les ayuda a alcanzar una
inmejorable fortaleza física en su desarrollo en un mundo
cada vez con más vicios.
Por ello entiendo, que hay que hacer un esfuerzo entre todos
en estos momentos tan decisivos para lograr buscar todos los
caminos que lleven a Roma y caminar con todos los caminantes
que un día se pusieron a caminar pero que no veían el final,
fortalecer estos caminos con trabajo y dedicación y
conseguir llegar a su puerta con toda la fuerza necesaria
para romper los candados cerrados que desde hace muchos años
han cerrado las puertas del progreso y del éxito, expulsar a
sus huéspedes y conseguir el avance de este deporte
demandando por la sociedad de Ceuta a base de subvenciones y
que no se convierta el pelotazo en propiedad permanente de
unos cuántos como ocurre ha ocurrido desde hace años en un
régimen señorial y autoritario.
Hoy en día me considero por muchas razones y por las
discriminaciones deportivas sufridas en esta ciudad un
caminante en un camino sin pavimentar, dónde la luz no ha
brillado más lejos de unos metros sobre un lejano futuro
deportivo y dónde espero acompañar al “elegido” un día
cuando los candados se rompan y la puerta se abra.
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