El lunes me acerco por los
mentideros de la ciudad, para ver cómo van las cosas en el
ambiente político local. Si quieren que les diga la verdad,
me parece muy vergonzosa la actitud de algunos políticos
peperos en referencia a las pasadas elecciones.
Como poco podrían haber escondido sus vergüenzas y hablar de
manera que no se les note tanto el plumero. Me refiero
concretamente a esas exclamaciones prepotentes de quién no
tendrá nada que hacer en el Congreso como no sea entonar el
“kikiriki” absurdo del fanático.
El diputado elegido por Ceuta debe cambiar su tono y ser más
comedido. Como quiera que tendrá que llorar mucho para que
los socialistas le prometan algo. Su prepotencia trata de
engañar al ciudadano ceutí y a sí mismo con que será una
legislatura apasionante… si gobiernan los socialistas ¿Dónde
está la pasión?. Es menester que no siga metiendo la pata
(de gallito enfermo) con declaraciones a destiempo y
tremendamente exageradas. La única verdad, hoy y siempre, es
que salieron derrotados en las urnas. No es menester que
salgan diciendo que los socialistas se comieron los votos de
la extrema izquierda, o de los radicales, si sabe muy bien
que los peperos también tienen votos de sus radicales o
extrema derecha. Dejarse de pamplinas, el voto lo ha emitido
el ciudadano, no los partidos, y como tal es válido a todos
los efectos.
No creo que entienda la postura de Mohamed Alí, ni creo que
le importe en absoluto, cuando debería ver con sus ojos,
reforzados por gafas necesarias, la inteligente jugada del
líder de UDCE: sabe que con su partido en liza no tiene nada
que ganar y se decanta por el lado de los ganadores. Esto se
traduce en la rabia no contenida del diputado pepero para
exclamar eso que viene exclamando.
Cuando en la pasada legislatura, el presidente del Gobierno
Rodríguez Zapatero abogaba por llegar a acuerdos válidos
para todo lo concerniente a la gobernabilidad del Estado,
los peperos no se cansaban de decir NO y NO repetidamente.
Atacaban a los socialistas de manera atroz en vez de
presentar alternativas válidas como corresponde a la
oposición. Hasta le acusaron, al presidente del Gobierno, de
estar contra las víctimas. Por ello me causa vergüenza que
se precipiten en sus alusiones a “encuentros” para pactos y
otras cosas… piensen en lo que hicieron, señores del PP,
pero por suerte tenemos un presidente con talante. No abusen
más, por favor, déjenlo que gobierne el país, el pueblo le
ha dado su confianza.
Mira por dónde, ahora resulta que Rajoy está en meditación
trascendental sobre si sigue o no al frente de su partido,
la margarita anda desperdigando sus hojas a los pies de
Mariano. Los buitres ya empiezan a revolotear alrededor de
la principal poltrona de la sede de Génova: total dos
legislaturas de las que sale derrotado no da para más. El
notario anda pensando en limpiar su despacho de polvo y
paja.
Para mí, Rajoy no tienen tanta culpa de la derrota. Para mí,
quienes deben dimitir son los delfines Acebes y Zaplana. Los
más “sanguinarios” defensores de la ultraderecha
conservadora que ahora pretenden engañar al ciudadano
declarando que el PP es el partido de centro. A mí no me
engañan tan fácilmente porque soy centrista puro y duro. El
PP está anclado en la derecha arcaica y retrógrada. No le
demos más vueltas fantasiosas.
Lo lamentable, lo verdaderamente lamentable, es la postura
de los medios de comunicación afines al PP y a la derecha
más derecha: ahora no dudan en clavar puñaladas arteras en
la espalda del notario gallego con descalificaciones que no
vienen a cuento. Si antes lo alababan ahora lo maltratan.
Malo es eso.
Las pajas mentales de toda esa gente, que cambia de opinión
de la noche a la mañana, son dignas de ser conservadas en
salmuera para luego presentarlas al gran público con el
latiguillo siguiente: ¡Miren como manipulan la información
los intereses creados!
Si Ruíz-Gallardón no tuviera enemigos declarados dentro de
su propio partido, tal vez la situación sería muy distinta y
el PP podría haber alcanzado, pero no vencido, al PSOE. Lo
explícito es que el PP nunca alcanzará el Gobierno si no es
por mayoría absoluta más uno. Alianzas con otros partidos
las tiene crudas después de las declaraciones oficiales en
contra de esos partidos: derrota de los nacionalistas y de
grupúsculos menores. ¡Buena la ha montado para el futuro!
Los catalanes y los vascos no olvidan.
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