Tras felicitar al Partido Popular
por su claro triunfo electoral el pasado domingo y al
Partido Socialista por su mejora sustancial motivada por el
apoyo recibido por parte de la formación liderada por
Mohamed Alí es momento de reflexionar sobre las posibles
prebendas que esta última formación pudiera recibir del
próximo Gobierno socialista.
En primer lugar, debo señalar que la diferencia primordial
entre Mohamed Alí y su homólogo melillense, Mustafa Aberchan
radica en la capacidad política del primero que ha sabido
mantenerse al margen de la oferta socialista evitando con
ello recibir un descalabro electoral que habría podido
deteriorar su imagen en la Ciudad como le ha ocurrido al
líder de Coalición por Melilla.
Mohamed Alí inicio esta Legislatura con un discurso moderado
que provocó un acercamiento del Partido Popular y con ello,
acaparó un protagonismo indebido en la elaboración de los
Presupuestos Generales de la Ciudad y en los inicios de los
preparativos del Plan Especial del Príncipe circunstancia
que ha sabido rentabilizar.
Ahora, con la llegada al Gobierno de la nación de una
formación que ha obtenido unos extraordinarios resultados
electorales en nuestra Ciudad fruto del apoyo recibido es
lógico pensar que Mohamed Alí pasará factura y cobrará con
total seguridad por los servicios prestados exigiendo las
correspondientes prebendas.
En definitiva, los socialistas ceutíes deberían conocer ya
el talante de este joven abogado carente de una ideología
concreta que tras haberles apoyado en las Elecciones del
2004 viró en la dirección contraria provocando un
acercamiento con el Partido Popular a la búsqueda del mejor
aliado.
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