Unidad demócrata y social. Destacados miembros del entramado
político y ciudadano de Ceuta acudieron ayer a la
concentración en la que se guardó un minuto de silencio en
memoria de Isaías Carrasco, ex edil socialista en Mondragón
(Guipúzcoa) y última víctima del terrorismo de ETA. El acto
sirvió para hermanar a la izquierda con la derecha, a
políticos y sindicalistas, a trabajadores y a empleadores.
Todo ello horas después de la celebración de unas elecciones
generales. Ceuta cumplió con el pacto tácito de esperar a
después de los comicios para rendir homenaje al fallecido.
Lo hizo ayer. La imagen más clarificadora fue la
protagonizada por el delegado del Gobierno, Jenaro García-
Arreciado, el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, y el
presidente del Partido Popular en Ceuta, Pedro Gordillo. Los
tres se fundieron en un emotivo abrazo nada más romperse el
silencio.
La acera situada frente a la Asamblea volvió a ser el lugar
de concentración de destacados representantes de la ciudad,
una vez más, y sólo unos días después del anterior acto. En
menos de cinco minutos lo que era una calle semivacía se
llenó de gente.
Los corrillos de conversación entre políticos estuvieron a
la orden del día ayer. El acto propició también algunos
encuentros. Asimismo, hubo quien aprovechó la ocasión para
felicitar a su rival por los resultados en las elecciones
del día anterior.
El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, y el delegado del
Gobierno en Ceuta, Jenaro García- Arreciado, encabezaron la
protesta. Les acompañaron miembros del Gobierno local como,
Mabel Deu, Pedro Gordillo o Francisco Márquez. El líder de
la oposición, Mohamed Alí, el representante del PSOE, Ahmed
Idris, el coordinador de UPyD, Julián Domínguez, los
parlamentarios populares, Nicolás Fernández Cucurull y
Francisco Antonio González Pérez y el director provincial
del MEC, Juan José León Molina. El presidente del CES,
Basilio Fernández, el secretario general de UGT, Antonio
Gil, y los representantes de la Junta de Personal de la
Ciudad, Gonzalo Barredo, de CCOO y José Mata, de UGT, entre
otros muchos.
Vivas tomó la palabra una vez se rompió la formación para
mostrar su repulsa ante un acto que calificó como vil y
despiadado. El presidente de la Ciudad tuvo un recuerdo para
la familia, los amigos y los compañeros de partido del
socialista Isaías Carrasco. Según este, el único delito
(entre comillas) del ex edil fue trabajar al servicio de la
ciudadanía y defender los valores de la democracia. Este
manifestó un mensaje que ayer fue común a todos los
asistentes, que la firmeza es el único camino que vale
contra ETA. Finalmente, un mensaje de esperanza y es que “la
libertad se impondrá”. Seguros de ello estamos.
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