Después de ejercer mi derecho (y
deber) al voto en el colegio correspondiente, subí a la
barriada de “El Príncipe” donde me había comprometido a
supervisar el seguimiento de las elecciones en nombre de
UPyD (Unión Progreso y Desarrollo), el joven partido fundado
por Rosa Díez y que, apenas con cinco meses de vida y
saltando numerosos obstáculos, ha logrado presentarse en una
gran parte del mapa español. En Ceuta encabeza la lista como
diputado por UPyD Julián Domínguez, siguiéndole como
suplente Mohamed Said Mustafá Abselam, mientras que para el
Senado figuran Francisco Alcalde y Yamila Mohamed Chaib,
representando los dos grandes componentes demográficos de la
ciudad. Son las seis de la tarde y, aun faltando dos horas
para el cierre, me atrevo a dar por segura a nivel nacional
la elección a Cortes por Madrid de Rosa Díez, además de
arañar UPyD un buen puñado de votos en otros puntos de la
geografía a las formaciones políticas dominantes.
Salvo un incidente sin importancia en el “Reina Sofía”, uno
de los dos puntos electorales de esta populosa y
tradicionalmente marginada barriada (el PP heredó en su
momento una “bomba”, aun hoy “activada”, aparcada con
irresponsable dejadez por el PSOE durante su larga gestión
al frente del Gobierno), la jornada transcurrió sin mayores
problemas demostrando la ciudadanía de esta zona buenas
dosis de madurez si bien, no obstante, algunos elementos de
ambos partidos mayoritarios arrimaron innoblemente el ascua
a su sardina en las inmediaciones y hasta en la entrada de
los colegios electorales. Además de los mandos de la Guardia
Civil que acudieron en varios momentos, fueron presentándose
a pasar revista los líderes de ambos partidos en la ciudad
con los que hubo ocasión de intercambiar saludos y
comentarios. No conocía personalmente a José Antonio
Carracao, el joven representante socialista quien me dio una
buena impresión después de sostener un breve pero intenso
diálogo, así como el doctor Ahmed Dris Al Lal, natural del
barrio y con quien coincidí en varios análisis. También
estaba al quite el presidente de la barriada, mi amigo
Mohamed Laarbi, al que tengo el placer de tratar desde hace
años. Mi impresión es que los socialistas han superado en
votos, significativamente, a los populares; quizás algo
tenga que ver, sobre todo por estos lares, el hecho de que
una buena parte de los integrantes de las brigadas del “Plan
de Empleo” de la Delegación del Gobierno repitan plaza por
segunda vez consecutiva… Digo.
En cualquier caso hay mucho aun por hacer en los dos
“Príncipes”: es preciso desenclavar de una vez su caótico
urbanismo, demoliendo “manzanas” enteras convirtiéndolas en
zonas verdes y ofreciendo otras viviendas, construyendo
áreas deportivas y creando (es una vergüenza que todavía no
exista a estas alturas) una biblioteca: ¿es que acaso el
moro -y digo bien- no lee o, peor aun, alguien no desea su
instrucción…?. Me parece vital sacar a los adolescentes de
las calles organizando actividades de ocio y, sobre todo,
combatiendo con firmeza la lacra del absentismo y el fracaso
escolar, una peligrosa lacra para la convivencia y el
futuro. Lo demás son brindis al sol: pan (poquito) para hoy
y hambre para mañana; demagogia barata y oportunismo
irresponsable.
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