Lunes. 4
Tenía ganas de ver a Mohamed Musa, quien, dicho sea
de paso, ha sido siempre muy amable conmigo. Sobre todo
después de haber leído lo que de él dijo Abselam
Abderraman Maate, segundo baranda de la UDCE. Y mira por
dónde me tropiezo con el hombre de Izquierda Unida en la
plaza de la Constitución. Y le recuerdo las declaraciones de
sus socios en las que le invitan a que se deje de hablar de
traiciones y demás zarandajas, y que lo que debería hacer es
mostrar su agradecimiento por ser diputado de la Asamblea. Y
le acusan, además, de estar revoloteando alrededor de
Pedro Gordillo. Con el fin de beneficiar a los
populares. Ni que decir tiene que Musa se pone hecho un
basilisco. Y comienza a explicarme, de forma rápida y
contundente, de qué manera se ha sentido engañado por
Mohamed Alí. No duda en enumerarme, con pelos y señales,
todo lo que ha venido aconteciendo entre ellos. Hay momentos
en los cuales le puede el sentimiento de haberse sentido
engañado y se muestra incontenible en sus acusaciones. Nunca
antes, créanme, había tenido yo la oportunidad de ver a Musa
expresarse con tal vehemencia. Y, desde luego, cuando oye el
nombre de Mustafa Aberchan, presidente del CpM
melillense, se enciende aún más. Puesto que, según Musa, es
la persona que ha tenido la culpa de las desavenencias que
han ido surgiendo entre Izquierda Unida de Ceuta y la UDCE.
Por haberle comido el coco a un Mohamed Alí que lleva mucho
tiempo sin saber a qué juega. En fin, que Musa se despachó a
gusto. Sus razones tendrá.
Martes. 5
Estaba convencido de que Francisco Márquez era la
persona designada para dar la cara en todo lo concerniente a
la Manzana del Revellín. Por haberlo leído semanas atrás.
Una decisión que consideré acertada. Puesto que a Yolanda
Bel se le notaba ya mucho lo incómoda que se sentía
desempeñando ese cometido. De hecho, a lo mejor lo he
soñado, tengo la certeza de haber visto al consejero de
Hacienda cumpliendo esa misión. De ahí mi sorpresa al
comprobar, en los últimos días, cómo mi estimada Bel ha
vuelto a tener que salir a la palestra para dar la réplica
consiguiente a quienes han hecho de la Manzana su principal
motivo de vida. La verdad es que dichas criaturas, los que
torpedean la obra, están dando muestras de aburrirse de lo
lindo. Por más que estén todavía en edad de merecer. Es el
vulgarismo de la vida..., el vulgarismo de quienes a lo
mejor sólo se les despierta el entusiasmo orgásmico
acudiendo a los juzgados por sistema. Y ante ese panorama,
poco o nada puede hacer la portavoz del Gobierno. Harta ya
de participar en limpieza de corrales. De modo que en sus
últimas apariciones, defendiendo la causa gubernamental,
hemos visto a una YB carente de nervio, poco convencida de
lo que defiende, y sobre todo se le aprecia muchísimo que
está harta de poner la cara para que un chiquilicuatre
cualquiera intente jugar con ella al abejorro. Creo que ya
dije, incluso antes de que se anunciara el relevo de Yolanda
por Márquez, que la defensa de esa posición necesitaba de la
presencia de alguien que tuviera en política tripas por
estrenar. Una persona dispuesta a largar contra los
obstinados denunciadores, de manera cruel y midiendo muy
bien las distancias para no verse sentado ante quienes lucen
puñetas en la bocamanga. Esa persona existe. Pero el orgullo
desmedido de quienes han de tomar la decisión, les impide
dar el paso adelante. Lo cierto es que ni Bel ni Márquez,
según lo estamos viendo, se hallan muy dispuestos a pelear
con el cuchillo entre los dientes. Con lo fácil que sería
poner a alguien a leerse los expedientes firmados, en su
día, por el iluminado, cuando éste era concejal con poder
omnímodo. Y tras sacar conclusiones, comenzar a largarle
estopa.
Miércoles. 6
Está comprobado que ha comenzado el acoso y derribo de
Juan Vivas por parte de algunas personas muy conocidas
de la ciudad. Personas que han estado muy cerca de él cuando
estaba al frente de PROCESA. Por consiguiente, no se les
puede negar que conocen muy bien la forma de ser del
presidente de la Ciudad. Y tratan por todos los medios de
apretarle las tuercas a fin de obtener su favor y, por
tanto, las ganancias correspondientes. Ahora bien, quienes
no deberían participar en ese grupo de presión, dirigido por
Juan Luis Aróstegui, son los funcionarios más
cercanos al presidente. Es verdad que los funcionarios
tienen a gala decir que los políticos pasan y ellos siguen
en sus puestos. Pero deberían abstenerse de hacer
comentarios imprudentes, en según qué sitios. Me explico:
Aróstegui viene aireando, últimamente, el sentir de algunos
técnicos de la Casa en relación con la Manzana del revellín.
Es cierto que no da nombres. Pero como si los diera. Puesto
que lo que dice es más que pista autopista para darse de
cara con quien o quienes le cuentan a él lo que piensan. Tal
vez no directamente, pero son tan descuidados que a lo mejor
largan entre conocidos y a su vez chivatos del iluminado por
agradecimiento de colocación por la vía más corta del
nombramiento a dedo. Quien avisa no es traidor. Válgame el
tópico para avisar a los que, de forma temeraria,
despotrican contra las decisiones presidenciales,
convencidos de que les protege el anonimato. Pues no. Porque
hay revelaciones que llevan grabada a fuego la marca de su
autor o autores. Insisto: ya sé que los políticos caducan y
los funcionarios permanecen. Pero no creo que sea agradable
para ningún funcionario perder la confianza del jefe durante
los años que éste se mantenga sentado donde sólo él puede
sentarse. ¿Lo cogen ustedes...?
Jueves. 7
Me llama el conocido de turno. A buenas horas mangas verdes,
le digo de entrada. De modo que mi respuesta le deja
brevemente cortado. Parece que te ha molestado mi llamada,
responde tras reaccionar. No, hombre, es una broma; pero te
recuerdo que he estado varios días sin salir de casa con
alifafes y no se te ha ocurrido interesarte por mi salud.
Bicho malo nunca muere. Y así, con esa gracieta tan pasada
de moda, sale del paso. E inmediatamente, va al grano: te
has convertido en defensor a ultranza de la gran obra que
trata de legarnos Juan Vivas. Por supuesto que sí.
¿Pasa algo? No, hombre, qué habría de pasar... Lo que no
entiendo es que tú, precisamente tú, que nada tiene que
agradecerle a Vivas, defienda su proyecto a capa y espada.
Incluso ganándote enemigos que no cesan de ponerte de vuelta
y media. La razón es bien clara: cuando yo llegué a esta
ciudad, la actual avenida de Sánchez-Prados era un solar en
el cual algunos sitios eran usados de la misma manera que el
famoso postiguillo de San Rafael en Córdoba. Con el paso del
tiempo la ciudad fue cambiando, y de ese cambio sólo se
daban cuenta los visitantes. Quienes no han dudado en
celebrar el atractivo de una Ceuta sometida a
transformaciones que estaba pidiendo a gritos. Pues bien,
ahora es el momento de continuar avanzando; se impone ya
demoler el Mercado Central de Abastos y comenzar la obra de
soterramiento. Para darle vida a un espacio público amplio,
armónico, repleto de vida y lugar ideal de encuentro. Es,
más o menos, lo que ya quería José Blein Zarazaga,
arquitecto municipal, en 1933. Quien vio claro los problemas
que terminaría acarreando la construcción del mercado en ese
sitio. Y así lo hizo constar en un informe que presentó a la
Corporación Municipal, que he leído en la Memoria escrita
por Alfredo Meca Romero, secretario entonces. ¿Me
puedes dejar esa memoria de... ¿quién has dicho?... De
Alfredo Meca Romero. Pues eso, que me gustaría leerla. No te
la voy a dejar. Por una sencilla razón: pertenece a un amigo
a quien necesito devolvérsela. Pero haré copias...
Viernes. 8
Cuento yo entre quienes suelo frecuentar, que el martes
pasado recibí una llamada telefónica. La que hablaba era una
mujer que decía pertenecer a Antena 3 Televisión. Su voz era
agradable y pronunciaba perfectamente. Lo primero que dijo,
con ánimo de adularme, es que se dirigía a mí porque le
habían dicho que yo conocía vida y milagros de esta ciudad.
De modo que pronto me puse en guardia y adopté ese estar
lacónico al que suelo recurrir en situaciones así. A mis dos
o tres respuestas, todas compuestas de una palabra, ella
tuvo que ir al grano: “Me gustaría saber, De la Torre, qué
sabe usted de las propiedades que tiene Mayte Zaldivar
en Marruecos. Nada. “¿De verdad?” Mire usted, yo jamás me
arrogo conocimientos que no tengo. Además, yo no conozco a
esa señora. Jamás la he visto, salvo cuando me topado con
ella en la televisión. Pero ella, mi interlocutora, continuó
preguntando por otras cuestiones relacionadas con un asunto
que a mí me produce náuseas. Traté de ser amable y pude
quitármela de encima desviando su interés hacia otro lado.
Me quedé con el número del teléfono portátil. Por supuesto.
“Hay gente pa tó” Que dicen que dijo El Guerra.
Sábado. 8
Los jóvenes pertenecientes al Partido Popular, acompañado de
sus mayores, en edad y militancia, decidieron visitar el
busto de Elena Sánchez, quien fuera consejera de
Fomento y portavoz del Gobierno, para rendirle un homenaje
por la entrega demostrada durante los años que perteneció al
Gobierno de la Ciudad. Leyendo la noticia de este homenaje,
no puedo por menos que acordarme de Elena. Y de la
conversación que mantuvimos dos días antes de lo suyo. A mí
me gusta mirar a los ojos de las personas con las que hablo.
Aunque sé también que es un poco difícil. Porque, como decía
Josep Plá, es la última cosa que la gente se deja
mirar. Pero ella, Elena, no esquivó mi mirada y me fue
posible comprobar la mucha desilusión que había ya en sus
ojos. Nada tenía ya que ver con aquella otra mujer
vivaracha, despierta, y dispuesta a sonreír por cualquier
cosa. Se la comían los nervios y los disgustos la tenían
atenazada. De modo que buscaba alivio en el fumar con más
ansia que nunca. Necesitaba ayuda. La estaba pidiendo a
gritos. Pero en esta vida cada cual va a lo suyo y,
difícilmente, podemos esperar que otras personas, salvo las
muy allegadas, sean capaces de echarnos un cable en
situaciones complicadas. En fin, que homenajearla ahora, me
parece bien. Pero...
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