Los interventores y apoderados tienen hoy una tarea ímproba
en la jornada electoral. Solamente en el Partido Popular
habrá 184 interventores y 136 apoderados. Los socialistas
contarán con un número menor de ‘vigilantes’, 125
interventores y 120 apoderados. ¿Cuál es la misión de estas
personas? La de los primeros, velar por la limpieza de voto
y la de los segundos, porque sus homólogos en el resto de
partidos no hagan trampas con los ciudadanos en las cabinas,
es decir, que ninguna persona apele al voto en una jornada
en la que está totalmente prohibido. El número máximo de
militantes que puede presenciar la jornada desde una mesa
electoral no puede exceder de dos por cada formación
política. Este colectivo está encargado de constituir la
mesa junto con el presidente y los dos vocales. Una vez que
finalice el proceso de votación para el censo, y se
introduzcan en la urna los votos por correo, tanto los
miembros de la mesa, como interventores y apoderados podrán
votar.
Una vez finalice este proceso, se cierra la sesión y se
sella también el acta de escrutinio, ante la presencia
siempre de los interventores. Uno de los dos que va por el
partido se encarga de rellenar el censo y el otro vigila que
no haya ninguna anomalía en el momento de introducir la
papeleta.
En otro orden de cosas, deben saber que si una mesa queda
constituida faltando uno de los vocales, el primer elector
será quien complete dicha mesa.
Por otro lado, 2.860 tarjetas censales han sido devueltas
este año desde Correos. La oficina del censo recomienda a
estas personas acudir a este organismo para consultar la
mesa donde pueden votar.
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