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Cuesta trabajo llegar a los dos
dígitos. Eso es lo que parecen pensar en las oficinas de
Concha Espina cada vez que el Madrid cae eliminado en su
competición “ La copa de Europa”.
Y es que lo del Madrid ya pasa de castaño oscuro, año tras
año, en esta competición que parecía que volvía a
encarrilar, pero que desde el año 2002 no ha vuelto a
“oler”.
Y con esta eliminación y con la eliminación en la Copa del
Rey ante el Mallorca, parece que el proyecto de Calderón se
derrumba y, si acaso, queda la liga. Poca cosa para tan gran
despilfarro de dinero en jugadores que no pasan de ser
medianías, o al menos en el campo lo parece.
Ramón Calderón quiso a toda costa ser presidente del Madrid
y lo consiguió por unos derroteros no muy claros, desde
luego, tras haber fulminado a Fernando Martín y después de
ganar unas elecciones que han sido el hazmerreír de medio
mundo.
Con él en la presidencia, es cierto, se ganó la pasada liga,
pero con él en la presidencia se ha gastado el club más
dinero que con ninguno, y además se ha gastado mucho dinero
en jugadores de medio pelo, si exceptuamos la contratación
de van Nistelroy.
Quedaba claro, pues, que la recuperación económica que hizo
Florentino Pérez, como siga este un par de años más, la
vuelve a dejar en la uvi. Los despilfarros de Calderón están
por encima de lo permisible.
El pasado año, con un equipo muy justito, se ganó la liga,
se remontó a base de trabajo, y cuando más difícil lo tenían
arrollaron en el final de la competición.
Pero había algo que no gustaba en el Madrid y era que
Capello eclipsaba a todos, incluso al presidente, y por
ello, aun habiendo ganado la liga, el técnico italiano fue
despedido. Una barrabasada a tono sólo con quien prefiere
estar en el escaparate siempre, como si él marcara los
goles.
Decían que con Capello el juego no era bonito, y es posible,
pero fue efectivo. Este año se fichó a Schuster, como la
panacea para hacer buen fútbol y ganar, y mira por donde el
fútbol bonito no ha existido y, tras gastarse mucho dinero
en fichajes, el equipo no tiene las reacciones que tenía el
de Capello. Ya veremos, aun ganando la liga, si Schuster
sigue la próxima temporada.
Ahora, me dirán, ya se queda en mejor situación para poder
amarrar la liga. De acuerdo, pero si con tantos millones de
presupuesto no hay más objetivos, es que las cosas andan mal
por ahí dentro.
A estas alturas, a falta de más de dos meses para finalizar
la temporada, si el equipo marcha bien puede tener casi
asegurado el campeonato, pero vistas las cosas con frialdad,
hoy por hoy, este equipo y sus “figuritas de nacimiento de
Navidad” no dan confianza a casi nadie. Y me agradaría tener
que rectificar en esta afirmación que acabo de hacer.
Además ha habido otra serie de hechos que no se comprenden
muy bien, como por ejemplo la serie de lesiones que se
vienen dando en el equipo y la baja forma de algunos
jugadores que parecía que iban a ser la salvación de la
entidad.
Ahora, de poco sirven los lamentos. Ahora tendrán que pensar
en positivo, para ganar la liga y el año próximo volverlo a
intentar, eso sí con más juego, y posiblemente con “más
moral que el Alcoyano” por poner un ejemplo llamativo.
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OPINIÓN / EL ESQUINAZO
