Una representación de cerca de media docena de empresarios
del Tarajal acudió ayer a la Cámara de Comercio para
plantear la situación que viven tras los 28 cierres de
almacenes decretados por la Ciudad.
Los comerciantes, con el presidente de la comunidad de
propietarios del Tarajal, Mohamed Ahmed, a la cabeza,
explicaron sus cuitas a Luis Moreno buscando en este su
función de mediador.
Una vez más, los propietarios pusieron de manifiesto la
injusticia que para ellos supone que la Ciudad haya ordenado
el cierre de naves en trámite de obtener la licencia de
apertura.
Una representación de los comerciantes del Tarajal afectados
por los cierres decretados por la Ciudad visitó en la mañana
de ayer la Cámara de Comercio para reunirse con su máximo
responsable, Luis Moreno. El presidente de la comunidad de
propietarios del polígono, Mohamed Ahmed, encabezó esta
delegación.
Documentación en mano, uno a uno fue entrando en la sala de
reuniones de la entidad cameral para transmitirle a Moreno
la preocupación que tienen ante un proceso que se antoja
casi definitivo.
El caso de Ahmed Mohamed, de Almacenes HAJ, es uno de los
más representativos. Este comentó que el propietario de la
nave en la que trabaja entregó a la Ciudad un proyecto de
licencia de apertura con fecha de 8 de enero del 2007. Un
año después, el pasado 19 de febrero, el comerciante ha
vuelto a recibir una comunicación de la Ciudad, la famosa
misiva donde se instaba al cierre del establecimiento.
Según explicó Mohamed la decisión del propietario fue la de
recurrir. Dentro de las instrucciones del documento recibido
por este consta un plazo de reclamaciones de dos meses.
“Cuando no han pasado ni siquiera treinta días, de la noche
a la mañana nos encontramos con que tenemos que cerrar”, se
lamentó este empleado del Tarajal.
Falta de información
Tanto el presidente de los propietarios hace unos días, como
algunos de los comerciantes afectados ayer, siguieron una
misma línea de discurso: la falta de información. “Queremos
que la Ciudad nos dé las razones de por qué tenemos que
cerrar. Si hace falta que enviemos más documentación, que
nos lo digan”, resumió.
Por otro lado, Mohamed opinó que antes de ordenar el cierre
del establecimiento, la Ciudad debería haber enviado a los
bomberos y a los técnicos de sanidad a la nave para
certificar las deficiencias. Ninguno de los afectados ha
recibido tales visitas.
“Encima que hay poco trabajo nos echan a la calle. Nosotros
somos cinco empleados y nos cierran la nave. Queremos que
nos den una solución”, comentó este empleado de Almacenes
HAJ.
El cierre puede revocarse
Por su parte, desde la Ciudad mantuvieron ayer que la
decisión de cierre no es definitiva en tanto en cuanto los
comerciantes señalados cuentan con un plazo para subsanar
las deficiencias de sus proyectos y obtener la preceptiva
licencia de apertura.
La Ciudad recuerda a los comerciantes que el plazo dado ha
sido bastante amplio como para no haber regularizado aún la
situación de sus comercios.
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El Consejo de Administración modifica el objeto
social de OBIMACE para regularizar su actividad en el
polígono
El Consejo de Administración de la
sociedad municipal OBIMACE ha aprobado la modificación del
objeto social de la empresa para regularizar la labor que
los operarios realizan en el polígono del Tarajal, según
confirmó el consejero de Equipamientos Urbanos y Barriadas,
Gregorio García Castañeda. El último movimiento a este
respecto se produjo anteayer cuando el Consejo de
Administración de OBIMACE autorizó al administrador único el
poder de escriturar los cambios. Por tanto, este llevará al
registro la modificación del texto estatutario. Las brigadas
de OBIMACE viene realizando trabajos de limpieza en el
polígono del Tarajal y su entorno con objeto de mantener
presentable los espacios públicos de la zona. Según explicó
el presidente del Consejo de Administración de OBIMACE,
Gregorio García Castañeda, el objeto social se ha adaptado a
los nuevos tiempos y a las verdaderas necesidades de la
empresa. El PSPC había denunciado que OBIMACE estaba
realizando labores en el Tarajal que por contrato eran
trabajos asignados a Urbaser.
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