PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - JUEVES, 6 DE MARZO DE 2008

 

OPINIÓN / SNIPER

Terrorismo en Marruecos: el Mensaje del Rey
 


José Luis Navazo
jlnavazo@telefonica.net
 

En ciertos medios, particularmente islamistas, se han leído con aprensión las importantes declaraciones del ministro de Interior, Chakib Benmusa, al influyente semanario francófono de ámbito internacional “Jeune Afrique” (nº 2460, del 2 de marzo), en particular cuando después de advertir reiteradamente sobre “El riesgo de infiltración de elementos subversivos en las asociaciones, la sociedad civil, los partidos políticos y las instituciones del Estado”, éste advierte categóricamente y de forma nada sutil: “Cuando es la estabilidad del país la que está en juego, la jerarquía de prioridades me parece muy clara”. En el horizonte inmediato, se intuye en primer lugar una lucha sin cuartel del Estado marroquí contra el terrorismo islamista incluso a nivel intelectual, con los excesos que ello pudiera conllevar como señala a su juicio en el editorial de “Le Soir” del lunes 3 el periodista Driss Bennani: “Desde 2003 los secuestros, las sesiones de tortura y las detenciones abusivas no han desaparecido. Casi todos los detenidos islamistas (aparte los dirigentes políticos) afirman haber pasado por la prisión de Temara (DST) o por otra administración no reglamentaria. Nuestros servicios de seguridad han, ciertamente, desbaratado muchos complots reales contra la estabilidad del país, ¿pero lo han hecho desde la legalidad?. ¿Pueden ser eficaces sin secuestrar y torturar a los que están antes que todo… los ciudadanos marroquíes?”.

Por otro lado, parece inminente a corto plazo la intención del titular de Interior de impulsar una revisión, más estricta, de la Ley Antiterrorista promulgada sobre la marcha tras los atentados de mayo del 2003 en Casablanca, a fin de poder controlar mejor la nueva cara del peligro terrorista. Prestigiosos abogados que defienden a los políticos detenidos en el “affaire Belliraj” como Mustafá Ramid, presidente además en el Parlamento de Rabat de su propio grupo, el “Partido de la Justicia y el Desarrollo” (PJD), ya han protestado poniendo el grito en el cielo.

Paralelamente, el joven soberano Mohamed VI ha cogido el toro por los cuernos y en un importante mensaje leído el pasado día cuatro por su consejero, Mohamed Moatassim, ha puesto también las cartas sobre la mesa: después de pasar revista y felicitar a las fuerzas de seguridad (quedó en el tintero la discreta pero poderosa DGDE) por su “vigilancia” y “firmeza” ante los últimos acontecimientos, anunció un significativo aumento de medios materiales, humanos y técnicos para las mismas además de puntualizar que la “última palabra” (sic) sobre la inocencia o culpabilidad de los acusados corresponde a la justicia, reiterando su “firme voluntad de garantizar el ejercicio de los derechos y las libertades, en el marco del respeto del orden público y el compromiso en pro de la primacía de la ley”, palabras estas últimas que han sido seguidas con especial atención por parte de la sociedad marroquí que, aun no repuesta de la sorpresa que supuso la noticia del 18 de febrero sobre el desmantelamiento de la importante red terrorista “Belliraj”, vivía con zozobra los rumores (infundados o no) sobre un posible estado de excepción o el establecimiento “de una situación similar”. Mohamed VI ha sido rotundo: no hay marcha atrás en el régimen de libertades.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto