La vida moderna se vive a una
velocidad increíble. Estamos en la era de los ordenadores, y
la velocidad que estos imprimen a la vida es para que nos
quiten, por exceso de velocidad todos los puntos habidos y
por haber. Cada día, que pasas, más me asombra a la
velocidad que va el mundo. Prueba de ello es la encuesta que
se realiza entre 758 personas la finalizar el debate entre
Zapatero y Rajoy. Una encuesta sobre todos los bloques
tratados e incluso una valoración final.
Servidor que aún no se ha adaptado muy bien a esta velocidad
increíble que llevamos, no consigue salir de su asombro que
esa encuesta esté finalizada, en unos minutos. Pienso,
perdón por pensar, que eso es cosa de las lumbreras de este
hermoso país, que dándole un minuto a cada entrevistado,
supondría un conjunto de 758 minutos, que dividido por 60
minutos que tiene una hora, haría poco menos que imposible,
que la valoración final se obtuviese en apenas cinco
minutos.
Esa pregunta que me hago, haciendo los correspondientes
cálculos, es la que hace que no me entre en la cabeza esa
velocidad endiablada que imponen los ordenadores y que
aceleran nuestro ritmo de vida, hasta hacernos dudar que las
matemáticas ciencia exacta pueden mentir.
Como uno es cortito de mente, estas cosas y esas increíbles
velocidades me lo tendrían que explicar de forma clara y
contundente para que mi cerebro lo pudiese asumir. De no ser
así, seguiré creyendo que las matemáticas no mienten que son
una ciencia exacta y que alguien se está quedando con el
personal, haciéndoles creer que todo eso es posible con,
simplemente, darle a un botón.
Y lo más curioso, de todo esto, es que cuando al final se
hace una valoración de los dos candidatos, a pesar de que
según esas encuestas hechas a velocidades increíbles, donde
Zapatero aventajaba con diferencia a Rajoy en todo y cada
unote los bloques en los que habían intervenid en el debate,
resulta que la valoración final entre ambos, es apenas
perceptible. Zapatero aventaja a Rajoy por décimas.
Por pura lógica, si Zapatero le había sacado en cada uno de
los bloques, en os que ambos habían intervenido, unas
grandes diferencias, según esas encuestas, la diferencia en
la valoración final, debería presentar una buena ventaja a
favor de Zapatero. Cómo es posible que sea mínima.
Cada vez y cuantas más preguntas me hago, me resulta más
imposible entender algo sobre esas encuestas, hechas a
velocidad del rayo por grandes expertos en la materia.
Sigue llegando a la misma conclusión de siempre, no creo en
las encuestas. En las únicas encuestas en las que creo, es
en las que se realizan, una vez cerrados los colegios
electorales, hecho el recuento de las papeletas y desde la
delegación del gobierno se dan los resultados, refrendados
más tardes por el ministerio del interior.
Comprendo que soy una jartá de incrédulo pero, para ello, me
lo están poniendo como dicen que le ponían las carambolas
a….
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