La comunidad hindú de Ceuta, unos quinientos fieles, celebró
ayer en su Templo la noche de Shiva, homenajeando a uno de
sus dioses más populares, junto a Visnú, el protector. Los
celebrantes ayunaron, oraron, vieron películas espirituales
y cantaron canciones devocionales, ya que, según su
religión, la Gracia fue extremadamente poderosa anoche.
La religión hindú se basa en la idea de que la vida en la
tierra forma parte de un ciclo eterno de nacimientos,
muertes y reencarnaciones, hasta que la persona que lleva
una vida destinada al bien consigue librarse de ese ciclo.
La fiesta más importante que celebra la comunidad hindú de
nuestra ciudad es el Diwali, aunque también se conmemoran
otras celebraciones como el Shivaratri o el Janmashtami.
En la celebración de Shivaratri se homenajea a la figura de
Shiva, uno de los dioses más populares entre los hindúes,
junto a Visnú, el protector.
Según la religión hindú, grandes vibraciones espirituales
rodean este planeta en la noche de Shivaratri, que tiene
lugar sólo una vez al año. El hecho que la Gracia sea tan
extremadamente poderosa esta noche, tiene que ver en parte
con la posición de los planetas. Dado que la Gracia es tan
abundante y fuerte en esta noche, los hindúes permanecieron
anoche despiertos y siguen las costumbres espirituales
tradicionales de ayunar, orar, ver películas místicas y
cantar temas devocionales en esta noche de Shivaratri.
La razón es que si permanecieron despiertos, ayunaron y
meditaron, absorbieron la mente de Shiva de alguna manera y
tremendas energías obraron en sus cuerpos, ya que el cuerpo
y la mente están más puros y más receptivos si se abstienen
de comer. Según la religión hindú, el ayuno ayuda a limpiar
y purificar el cuerpo, lo desintoxica; y un cuerpo más
limpio implica una mente más limpia.
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