Militante “de toda la vida” de Comisiones, el único carné
socio-político que permanece en su cartera, Juana Fortes
(Ceuta, 1945), ex militante del Partido Comunista y del
PSOE, al que le gustaría volver en Ceuta para “renovarlo” y
hacerlo “más coherente”, ha sido distinguida con el II
Premio Maite Alascio de CCOO, un galardón que lleva el
nombre de quien fue una de sus mejores amigas (“para mí era
un ángel”, confiesa) y que a ella le hacen más ilusión que
el María de Eza y seguramente el Nóbel o el Príncipe de
Asturias. Roja de verdad, esencia de izquierdas en frasco
pequeño, Fortes, que vivió y sufrió en primera línea la
nefasta dictadura y la resaca de la Transición dice que no
lo merece. Hoy, a las 20.30 horas, lo recogerá en el Hotel
Ulises.
Pregunta.- Después del María de Eza y el Mujer Vecinal
del año, el Maite Alascio. ¿Orgullosa?
Respuesta.- Sí, aunque aquí en Ceuta este premio interesa a
pocas personas un galardón que reconoce los valores de la
izquierda.
P.- ¿Qué les pasa a los ceutíes con la izquierda?
R.- Ceuta ha siempre ha sido muy de derechas. Lo es y lo es,
punto. Yo no tengo nada contra la derecha, pero ni los
medios dan a este premio la relevancia que al María de Eza,
que sin menospreciar a nadie sé que fue gobernadora de Ceuta
mientras su marido hizo un viaje a América. Maite Alascio
fue la auténtica abogada de los pleitos pobres, la que luchó
y luchó por ganar juicios que consideraba justos. Para mí
era un ángel.
P.- Muy de derechas pero aquí también gobernó el PSOE. ¿O
hasta los socialistas son de derechas?
R.- No creo, aunque yo no vivía en Ceuta cuando ocurrió eso.
Nada más volver yo aquí ganó el GIL las elecciones y yo me
llevé un berrinche de tres pares de narices tras una campaña
con muchísimos ataques personales, que me parecen
deleznables los haga quien los haga.
P.- ¿Por qué deja el carné del PSOE alguien como usted,
una roja convicta y confesa?
R.- Lloré y sufrí mucho cuando lo de aquel de la Guardia
Civil [Luis Roldán] y en un ataque de rabia me di de baja.
P.- ¿Y Zapatero no le ha hecho cambiar de opinión?
R.- Zapatero me tiene... Super reilusionada, pero yo no
pinto nada en el PSOE. Me gustaría volver con el tiempo
junto a la gente que tenga ilusión por renovarlo y hacerlo
mucho más coherente, en Ceuta, de lo que ha sido durante los
últimos meses.
P.- ¿La izquierda ha tenido que renunciar a muchos de sus
valores para seguir pudiendo gobernar?
R.- Sí, a muchos valores de verdadera izquierda, porque si
no aquí no podría sobrevivir. Todo el mundo reconoce los
valores de sus dirigentes, pero no se les vota, y aunque
bajan el listón no hay manera de atraer al votante.
P.- Zapatero sí engancha. ¿Cómo está viendo esta campaña?
R.- En Ceuta lo veo... Mal. Mal para el PSOE, aunque me
gustaría que ganara. A nivel nacional, muy bien. Creo que
Zapatero está convenciendo a muchos indecisos que en su
momento votaron al PSOE y que después se quedaron en un
punto muerto PP-PSOE según les diera.
P.- ¿También él triunfa a costa de irse al centro?
R.- No, a costa de cuatro años haciendo muchas cosas tan
buenas como las leyes de Igualdad, Dependencia, matrimonio
homosexual....
P.- Y a los sindicatos, ¿cómo les ve? ¿Entregados
también?
R.- Son menos duros y más templados. Yo conozco Comisiones
desde sus inicios en Madrid, cuando la lucha era mucho más
dura y España seguía presa del núcleo de derechas que no se
había reciclado en partidos como Alianza Popular y el PP
después. Ceden más ante las presiones, pero es comprensible.
P.- ¿Comprensible por qué?
R.- Porque entonces había muchas cosas por las que luchar y
poco que perder. Hoy está casi todo conseguido.
P.- ¿No cree que sigue habiendo cosas por las que pelear?
R.- ¡Por supuesto! Igualdad de derechos, equiparación entre
mujeres y hombres... La mujer tiene un cerebro igual que el
del hombre, pero se la sigue sin considerar igual.
P.- Parece evidente que la sociedad se comporta así pero,
¿no cree que las mujeres siguen sin verse a sí mismas
iguales al hombre?
R.- Muchas sí. Es un camino que hay que recorrer. Hay
mujeres concienciadas, pero otras no, sin preparación, en el
mundo rural, atrapadas bajo el yugo del hombre... Tenemos
que levantarnos, asumir nuestra feminidad y decir: yo tengo
los mismos derechos que tú y no me vas ni a pagar ni a
mandar ni a pagar menos, porque trabajo tanto o quizá más
que tú.
P.- Hay en Ceuta una muletilla para quien opina sobre
esta ciudad sin ser caballa que le sitúa directamente entre
‘los de fuera’. Usted que pasó tantos años en Madrid, ¿veía
esta ciudad igual cuando se fue y cuando volvió?
R.- Estaba más avanzada en todo pero todavía era muy carca.
Llegué con el fenómeno del GIL y mis amigos me llamaban y me
decían ‘¿pero qué pasa ahí?’ y no sabía qué contestarles.
Viví mi retorno horrorizada.
P.- ¿Dónde están los ceutíes que, por miles, votaron al
GIL?
R.- ¡No tengo ni idea! Muchos están reciclados y afiliados
al PP, cuya militancia no abandonaron ni cuando se fueron
con el GIL.
P.- Usted el único carné que no ha abandonado es el de
CCOO
R.- Siempre he sido de Comisiones, desde su fundación.
Un homenaje para el PCE
P.- El sindicato ‘comunista’, por adjudicarle un tópico.
Usted que fue del PCE, ¿cómo analiza su lenta agonía, ahora
como IU?
R.- El PCE nació IU y de ahí Nueva Izquierda... Se fueron
desgajando tantas ramas que... El partido vivió su apogeo
cuando no había otra izquierda y aglutinaba a todos los que
pensábamos así, pero cuando se legalizó el PSOE se fue
difuminando. Al Partido Comunista hay que besarle los pies
porque si la izquierda se mantuvo en España fue gracias a
él. Se le debe un homenaje por guardar el germen de la
izquierda para después repartilo en otros partidos.
P.- ¿No le da la impresión de que el espectro ideológico
es cada vez más estrecho?
R.- Sí, y yo creo que la izquierda tiene más culpa que la
derecha, que no cambia, que mantiene sus postulados.
P.- Llamazares ha recordado en un mitin que su padre le
decía que “no hay nada más tonto que un obrero votando a la
derecha”, pero ahora se topa con que en muchos barrios
obreros calan más discursos como el del PP sobre la
inmigración. ¿Cambiaron las prioridades?
R.- Yo también lo digo lo del padre de Llamazares. Yo soy
más izquierdista que el PSOE, pero... Digamos que es el mal
menor, pero quede claro que política al magen yo, como decía
el mío, he intentado no retirar nunca a un amigo de mí ni
por su raza ni por su religión ni por su opción política.
P.- Ahora que está de moda hablar de niñas, ¿cómo sale
una niña tan roja de una familia de derechas?
R.- Yo tenía un tío militar guapísimo que se llamaba Alfonso
que nunca estaba y que de golpe y porrazo dejó de estar para
siempre. Estaba en un campo de concentración en Alicante y
de repente lo desaparecieron. A mi bisabuelo se lo llevaron
y no volvió nunca. A mi abuelo, que pasó muchísimos años en
la cárcel, lo salvaron unas monjitas a las que él había
ayudado antes...
P.- ¿Llegó a pisar una celda?
R.- Sí, unos días, aquí en Ceuta, en el cuartel de la
Guardia Civil. Me denunció un compañero, me llevaron al
cuartel y de allí al barco, en 1975, camino de Madrid. Fue
muy duro, pero más por lo que sufrieron mis padres esos días
que por mí.
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