No hay día en que los agentes de la Policía Local no
requises distinto material destinado a la venta ambulante,
sobre todo en el entorno de las naves del Tarajal.
Mediante una ordenanza municipal queda prohibida la venta
ambulante, sin embargo, esta no frena los impulsoso de
quienes, al lado de la frontera del Tarajal, expanden sus
productos a la búsqueda de compradores. En esta ocasión, los
agentes de la Policía Local se hicieron con unos 500
kilogramos de distintos alimentos que se vendían en la
calle, sobre todo productos envasados, y otros 500
kilogramos de prendas de vestir. La Policía Local cumple con
la función de impedir que la venta ambulante se convierta en
una competencia desleal con los empresarios del Tarajal.
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