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OPINIÓN - MARTES, 4 DE MARZO DE 2008

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

Habitación 208
 


Jesús Carretero
jesuscarretero@elpueblodeceuta.com

 

Es la que ocupa, en el momento que estoy escribiendo (domingo 2 de marzo a la 1 del mediodía) mi amigo Emilio Cózar.

Estuve allí el sábado, y no pude permanecer mucho rato, porque uno que tiene su corazoncito no es capaz de soportar el dolor de los que son sus amigos.

He utilizado, por dos veces, la palabra amigo y aquí la he usado con todo su sentido, porque desde hace casi 30 años que nos conocimos, en un campo de fútbol, en el viejo 54, aunque hayamos tenido y tendremos en el futuro, todavía, diferencias en muchos temas políticos, sociales o religiosos, fuera de eso en las relaciones diarias hubo y hay amistad simple y sincera.

Yo creía que el problema que le había afectado a Emilio Cózar sería uno de tantos que afectan a cualquier persona de su edad y que sería de poca monta, pero cuando entré en la habitación 208 del hospital de Ceuta, comprobé que la situación era un poco más fuerte de lo que yo pensaba.

El siempre ha dicho que tenía y tiene una confianza suprema en que Dios, con él, como con los demás, haría lo que tiene que hacer, que él siempre estaba preparado para recibir lo que Dios el enviara, y así parece que lleva su delicada situación, pero, además, viviendo, ahora, a su manera, el fútbol que tantas horas y tantos meses le ha ocupado.

Y ya es curioso, con el interés que él tenía, en ver, de nuevo, a la Selección en Ceuta, que no vaya a poder estar en Alfonso Murube. Aun así, creo que es interesante este partido que él logró, no lo olvidemos, para su ciudad.

Y es que los casi 30 años en la Federación le han dado tablas, alegrías, disgustos y sinsabores que ha sabido acoger, a su manera, y siempre sin un mal gesto.

Las gentes del fútbol de Ceuta, muchos, al menos, desean fervientemente que Emilio Cózar se recupere, y cuanto antes mejor, porque saben que, aun siendo una federación pequeñita, hoy tiene un peso especial y es considerada como “la niña” pequeñita, a la que no se puede negar un capricho o una petición.

Me consta que en la Federación Española se está viviendo al momento la salud del presidente de la Federación de Ceuta, y me consta que el propio presidente, Villar, está tremendamente afectado por no poder tener a su lado a la persona que siempre colaboró con él, en positivo, y en ningún momento volvió la espalda, si se presentaba un problema complicado para el propio Villar o la Federación.

Yo creo y quiero creer que, esto que afecta a Emilio Cózar, será pasajero. Yo quiero que el presidente de la Federación de Fútbol de Ceuta vuelva a los campos, como lo ha venido haciendo desde que era directivo del CD Odonnell, y yo querría que en la próxima Semana Santa, ya muy cercana, Emilio estuviera en condiciones de salir a la calle como lo hacía hace tres semanas.

A él que cada día le gustaba rezar, lo que consideraba oportuno, sé que lo que más le agradaría es que en estos momentos, quienes nos interesamos por él, rezáramos una oración por su restablecimiento. Y aunque no soy persona de mucha iglesia, a pesar de mi origen abulense, si un amigo necesita de mi oración la rezaré con mucho gusto y pediré que su salud vuelva a ser como venía siendo últimamente. No sé si ahí arriba a mí me escucharán con interés, pero al ser para Emilio seguro que si se tiene en cuenta.
 

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