Y a falta de sólo cinco días para
que el “tostón” de la campaña electoral pase a mejor vida.
Luego vendrá el día de reflexión que cada vez se respeta
menos, hasta que, por fin, el día 9 podamos saber quien nos
va a gobernar, para los próximos 4 años.
En Ceuta ha tardado en entrar la “sal” a la campaña, pero en
el fin de semana ya hemos visto que muy poco varía, en las
cabezas de cartel, con lo que está siendo a nivel nacional.
Los insultos o, mejor dicho, las descalificaciones están a
la orden del día y, en ocasiones, actúan todavía peor que
cuando dos chiquillos de la escuela se pelean, y a las
palabras de uno responde el otro con “ y tú más”.
Esto por un lado y lo que más hace poner de manifiesto en la
falta de seriedad y en la tomadura de pelo es el que casi
todos ellos prometan cosas como si se tratara de unas
simples elecciones municipales, ofreciendo una serie de
cosas que ni son posibles, ni van a llegar en ninguno de los
casos.
Y aquí vienen los piropos. El candidato al congreso por el
PSOE, José Antonio Carracao, dice sobre el PP: “Se han
quitado la careta y basándose en la supuesta superioridad
que creen tener en esta ciudad, se toman todo a guasa”.
Primera andanada, respondiendo al candidato del PP,
Francisco Antonio González Pérez, que al hablar del programa
socialista dice que “ le recuerda a Los Morancos”.
Al llegar aquí podíamos decir, empate a 1, en un partido sin
árbitro y sin un reglamento que impida meter los goles con
la mano.
Y como vale casi todo, ya lo hemos dicho, en las campañas
electorales, pues ahí viene la “receta” y nunca más a tono
esa palabra, sobre el hospital, cuando el PP habla de que
“la reanudación de las obras en el hospital evidencia una
nueva mentira del PSOE”.
Y como todos tenemos derecho a hablar y a exponer nuestras
formas o nuestras perspectivas, pues también el delegado del
Gobierno instó al PP a que pase por los juzgados a pagar la
multa impuesta por la Junta Electoral a Mariano Rajoy. Pero
no se queda aquí únicamente la actuación del delegado del
Gobierno, y ya sabemos que no hay peor cuña que la de la
misma madera, por tanto, Jenaro García Arreciado le hace un
recordatorio envenenado al PP para un ex delegado del
Gobierno en Ceuta de ese partido:”¿Cómo puede acusarnos el
PP cuando tienen un delegado del Gobierno condenado por
prevaricación?”. Ni que decir tiene que las palabras esas
iban dirigidas a Luis Vicente Moro, que posiblemente hiciera
cosas mal en Ceuta, pero algo bueno también debió hacer.
Lo dicho, nos escandalizamos cuando se tiran las lechugas o
las cebollas algunas vendedoras, llamamos arrabaleras a las
que gritan constantemente a las puertas de sus casas y ahora
somos capaces de tolerar, a unos y a otros que pretenden ser
los “padres de la patria” lo que no toleraríamos a dos
mozalbetes que hacen el gamberro por las calles.
La situación, no debemos ocultarlo, es de lo más hipócrita
que uno puede encontrar y más teniendo en cuenta que nada
más terminar la campaña, o incluso antes de que termine,
quienes ahora se están zurrando de lo lindo, se van a tomar
sus copas juntos, se cuentan el último chiste y se declaran
amigos de toda la vida. Es la hipocresía y la última
tomadura de pelo.
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