La AD Ceuta tenía en su visita al San Pablo de Écija una
prueba de fuego para demostrar que está en condiciones de
pelear por ser uno de los cuatro que, a final de temporada,
juegue por el ascenso. Enfrente estaba el líder, un Écija
que hasta entonces tan sólo había perdido un encuentro en su
feudo y que ayer volvió a hacerlo. Y lo hizo ante Ceuta que
sacó el máximo rendimiento a las contadas ocasiones de las
que disfrutó, y que se puso el mono de trabajo para defender
el resultado con la solvencia necesaria para llevarse los
tres puntos en juego, a base de concentración.
Así, consciente de la importancia de sacar algo positivo, el
conjunto caballa salió del vestuario tan motivado, que desde
el comienzo se hizo con las riendas del partido, intentado
cercar la portería del equipo local. Hubo que esperar a los
diez minutos para ver el primer disparo, nacido de las botas
de Álvaro, que se fue desviado. Pero lejos de levantar el
pie del acelerador, los ceutíes siguieron a lo suyo,
maniatando a los locales y despejando cualquier atisbo de
perder el control.
Sin apenas ocasiones claras, los ceutíes al menos daban la
impresión de mirar a la puerta contraria. Una actitud que se
tradujo en una falta de Jaime sobre Álvaro en la frontal,
que sería aprovechada por Pepe Martinez para alojarla en la
misma escuadra, poniendo a los suyos por delante.
Viéndose por debajo, los locales se fueron de forma
descarada a por el empate buscando la velocidad de Nolito,
quien desde la frontal obligó a Lledó a sacar una mano
prodigiosa evitando la igualada.
Pasaron los minutos y los blancos, que volvieron a vestir de
amarillo, fueron enfriando el empuje blanquiazul, cortando
constantemente el ritmo. En esas Benigno Sánchez se vio
obligado a realizar su primer cambio al lesionarse Perita,
dando entrada a Berruezo en la medular.
En la recta final del primer periodo, y manteniendo a los
astigitanos a raya, los ceutíes lo seguían intentando por
mediación de Tato, que se sacó un disparo duro aunque
demasiado centrado, desde el vértice del área. Una ocasión
que no sería la última para los caballas antes del descanso
puesto que, con el tiempo cumplido, Javi Navarro mandó fuera
un libre indirecto.
La segunda mitad arrancó con el Écija más metido, dispuesto
a llevar la igualada. Una actitud que chocó con un Ceuta
que, lejos de relajarse, seguía manteniendo la compostura y
la seriedad de los primeros cuarentaicinco minutos.
Con ese decorado, con unos atacando con poca fluidez y otros
defendiendo, las ocasiones serían contadas para ambos
equipos. Primero lo intentó David Hernández a la media
vuelta, con un remate que salió directamente fuera, mientras
Berruezo sacó una falta que se estrelló en la publicidad
estática.
Un panorama por el que José María Nogués optó por el juego
aéreo, dando entrada a Luna junto a David Hernández,
situando a Nolito por la izquierda. Mientras que Benigno
Sánchez sustituyó a David Fas por Enzo, cayendo Tato a
banda. Cambio de fichas, pero el resultado seguía siendo el
mismo.
En esas Roberto probó fortuna desde lejos botando un libre
directo, que fue blocado por Lledó.
Gol bien anulado
A medida que pasaban los minutos daba la impresión de que el
empate podía llegar en alguna jugada aislada, y de hecho
llegó al rematar Raúl Pichardo un balón suelto repelido por
Lledó tras remate de Luna.Pero el colegiado, a instancias de
su asistente, lo anuló correctamente.
A partir de ese instante, y con veinte minutos por delante,
los locales se fueron animando espoleados por su público,
encerrando a los blancos en su área.
Nolito disfrutaría de una buena oportunidad, al recoger un
balón suelto en la frontal. Pero optó por internarse,
escorándose en exceso, rematando a las manos de Lledó. Un
Lledó que poco después despejó de puños un balón colgado por
Campos desde lejos. Y es que el portero sevillano volvería a
salvar el empate al blocar un remate de cabeza de Luna en la
recta final.
Cuando se intuía que el conjunto caballa iba a sufrir para
defender el resultado, sucedió todo lo contrario, ya que los
ceutíes dieron un paso al frente, hasta el punto de estar
apunto de marcar el segundo y definitivo por mediación de un
Álvaro que lo intentó desde fuera del área, obligando a
Zigor a quitársela de encima.
En los estertores del encuentro, y lejos de pasar apuros,
los blancos supieron dormir el partido, manteniendo el balón
lejos de su portería, y apuntándose un triunfo en el campo
del líder que sirve para dar un golpe en la mesa para
respaldar la candidatura del conjunto caballa para ser uno
de los cuatro elegidos que disputen a final de temporada el
play off de ascenso.
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Máxima efectividad, concentración y el mono de trabajo
puesto
Cuando en el mundo del fútbol un
equipo es capaz de aunar eficacia, concentración y trabajo,
lo lógico y normal es que logre el triunfo. Unos
ingredientes que ayer fue capaz de reunir la AD Ceuta en el
Muncipal de San Pablo de Écija, donde se impuso al líder
dando una lección de solvencia, y donde apenas pasó por
apuros.
Jornadas atrás a los ceutíes les había costado muchísimo
trabajo encontrar la portería contraria, pero Pepe Martínez,
que marcó su segundo gol de la temporada, alojó en la
escuadra un libre directo a los veinte minutos de partido.
Viéndose por delante, los caballas tampoco se dedicaron a
defender las rentas, sabiendo enfriar el partido, cortando
constantemente el ritmo que querían imprimir los sevillanos.
Ya en la segunda parte se enfundaron el mono de trabajo,
manteniendo a raya al rival, apuntándose una merecida
victoria.
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