Sabía, desde hace tiempo, que los
medios de comunicación controlados por el Estado, en éste
caso me refiero a la época franquista, eran concienzudamente
manipulados al objeto de dar una visión intachable de
nuestros gobernantes de entonces… y de sus jugadores y
equipos favoritos.
En referencia al fútbol, ya era un escándalo el eterno apoyo
de los gobernantes franquistas al “Madrí”, con amenazas a
los árbitros incluidas, y ello me hizo perder muchas
apuestas, de las que dan premios (quinielas), de las porras
y de las hechas con amigos y tertulianos de café.
Hoy en día se me vuelven a revolver las tripas ante la
confesión de quienes manipularon la información y actuaron
en aquel España-Rusia de la Copa de Europa de Selecciones.
Personalmente había presenciado el partido justo desde una
de las gradas correspondientes a la esquina de córner de la
portería soviética y ví con mis propios ojos la jugada
maestra del jugador del Barça, Jesús Pereda, con el pase
mortal que supuso el gol de Marcelino y de la victoria
española.
Durante mucho tiempo había estado discutiendo, y apostando,
con cuantos aseguraban que el pase había sido de Amancio, el
jugador madridista, y la visión de los documentales del
mencionado encuentro en el NO-DO significaron un tremendo
jarro de agua fría sobre mí, hasta el punto de llegar a
creer que me había vuelto majareta perdido, que mis ojos
fueron capaces de confundir un jugador inconfundible y con
el número 8 en la camiseta con otro también inconfundible
pero con el número 7 en la suya. Lo que más destaca
desagradablemente es que todos los periódicos de la época
tuvieron que compincharse con esa manipulación.
Hoy respiro tranquilo, tenía toda la razón del mundo y no me
había vuelto majareta temporalmente. Lo que me da rabia es
las muchas apuestas perdidas falsamente, las muchas comidas
que tuve que pagar por ello… si supiera recordar contra
quienes aposté y donde viven, les haría rectificar sus
apuestas y cobrarlas al precio de hoy. No creo que sean tan
honrados como para reconocer que yo tenía razón y
devolverme, con creces, las apuestas que dieron ganadas.
Aunque algunos de ellos ya no estén en éste mundo, se los
exigiré en el otro.
Esa manifiesta manipulación es una constante del régimen de
la derecha; de todos los estamentos conservadores que se
creen con poderes para decidir cualquier cosa sin derecho a
rectificación; una constante que se aprecia en el mundo
político, principalmente en el del PP, que usan y abusan de
la información tergiversada, manipulada y falsa para
mantener al ciudadano dentro del corral de la comedia
esperpéntica.
No me importa que usaran todo tipo de artimañas para
presentar al “Madrí” como el mejor equipo del mundo. Me
importa y mucho que se haya mentido descaradamente al
ciudadano español, y a mí, tanto tiempo y se siga
manteniendo esa tónica de manipular las creencias de los
ciudadanos para hacerles ver que se tiene razón donde no la
hay.
La presentación de información catastrofista, de la que hace
gala el PP, no es más que una burda patraña con la que
hacerse con el poder de manera poco limpia y llena de
parches piratas que vergüenza deberían darle a todos los
españoles que voten a ese partido manipulador, revanchista y
rencoroso. Capaces son de manipular las informaciones con
tal de parecer inmaculados… ¡que se casen con la Inmaculada
y nos dejen tranquilos!
Ya veremos como seguirán apareciendo confesiones
inimaginables de personajes populares en su tiempo sabedores
de que nada les afectará, como nada ha afectado a los
protagonistas de aquel episodio de mentiras estatales tras
cuarenta y cuatro años.
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