Vaya por delante una toma de
postura. Frente a posibles excesos en la compleja lucha
antiterrorista, una cosa es segura: quien vulnera de forma
radical los derechos humanos es el terrorismo, teniendo una
prueba más al otro lado del Atlántico con el secuestro y
torturas de Ingrid Betancourt por las narcoterroristas FARC.
¿Y en el vecino Reino de Marruecos?. Si como ya advertí la
disolución del partido “Al Badil Al Hadari” ha parecido
apresurada y excesiva, con una discutible interpretación del
artículo 57 por parte del Primer Ministro, Abbas El Fassi,
los derechos de los cinco políticos detenidos así como del
periodista (entiendo que en general también del resto) están
siendo respetados, pudiendo éstos ser asistidos por sus
abogados en las mismas dependencias de la BNPJ (Brigada
Nacional de Policía Judicial), caso insólito en Marruecos.
Pero, ¿qué piensan de ello las asociaciones de derechos
humanos?. Existen en Marruecos cuatro grandes organizaciones
(dos de ellas representadas en Tetuán), representando a su
vez diferentes sensibilidades cuya opinión es interesante
conocer. Así el Centro Marroquí de Derechos Humanos (CMDH),
independiente, recibió con profunda extrañeza el arresto de
líderes islamistas conocidos en los medios políticos por
seguir vías pacíficas rechazando la violencia y el
terrorismo, mostrando en todo momento su adhesión a la
acción política dentro del marco de la ley y las
instituciones del Estado, pidiendo al gobierno que presente
pruebas para acusarles o que les ponga inmediatamente en
libertad, declarando su solidaridad con los políticos y el
periodista detenidos. La Asociación Marroquí de Derechos
Humanos por su parte (AMDH), de talante izquierdista,
concuerda en su análisis con la anterior, condenando además
(sin dar nombres) a los medios de comunicación oficiales que
obviaron la presunción de inocencia de los responsables
políticos detenidos antes de que fueran siquiera
presentados, el pasado jueves en Rabat, ante los tribunales.
Por otro lado la Liga Marroquí para la Defensa de los
Derechos Humanos (LMDDH), afecta al partido del Istiqlal
(Independencia) actualmente al frente del gobierno,
considera insuficientes las explicaciones dadas hasta el
momento por el ministro del Interior, Chakib Benmoussa,
esperando más aclaraciones por su parte considerando,
además, que ha sido excesiva la aplicación del artículo 57
de la ley de partidos políticos y aboga por su disolución,
sumándose al conjunto de asociaciones de Derechos Humanos
que consideran traspasar estas competencias al aparato
judicial y los tribunales, sustrayéndolas de las manos del
poder ejecutivo. Finalmente la Organización “Arrisala”
(Mensaje) de Derechos Humanos (OARDH), recibió con
preocupación y extrañeza las detenciones de políticos que
siempre condenaron el terrorismo, como ocurrió tras los
atentados de mayo del 2003 en Casablanca, exigiendo su
libertad condicional, el rechazo a la precipitada decisión
de disolución de “Al Badil Al Hadari” (que debería ser
competencia de las autoridades judiciales) y llama a la
formación de una “plataforma nacional de solidaridad con los
detenidos”, mientras -matizando- rechaza todo tipo de
terrorismo sean cuales sean sus raíces, tanto de estado como
de grupos extremistas.
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