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política - DOMINGO, 2 DE MARZO DE 2008


Nicolás Fernández Cucurull. reduan.

elecciones generales / partido popular
 

Nicolás Fernández Cucurull: «Zapatero ha demostrado
que no es de fiar»

El candidato al Senado por el PP, Fernández Cucurull considera que se ha vuelto a aquellos interminables 14 años de Felipe González en los que Ceuta “nunca tenía suerte con sus peticiones o demandas”

CEUTA
Antonio Gómez

local
@elpueblodeceuta.com

 Pregunta.- ¿Cómo afronta esta nueva Campaña Electoral desde su posición, nuevamente, de candidato al Senado?

Respuesta.- Con la misma ilusión de la primera vez, y esperanzado en que los ceutíes me vuelvan a confiar el gran honor de representar sus intereses en el Senado de España. Y con la determinación de volver a hacerlo desde los escaños de apoyo al Gobierno, porque el PP va a ganar las elecciones del próximo 9 de marzo, y Mariano Rajoy será el próximo Presidente del Gobierno.

P.- Es usted un buen conocedor de aspectos económicos. En este sentido háganos fácil entender las diferencias de las que siempre hablan ustedes entre la gestión del PP con Aznar y la del PSOE con Zapatero?

R.- La gran diferencia está precisamente entre la existencia y la ausencia de gestión económica. Los gobiernos de Aznar recibieron una herencia calamitosa en 1996 (paro, inflación, déficit público, corrupción, despilfarro …) y poco tiempo después ya habían conseguido que España cumpliera con todos los requisitos de entrada al Euro. Por primera vez en siglos, España se subía a un tren a tiempo. A partir de ahí, la política de reformas liberalizadoras de los mercados, de rebajas impositivas y de contención del gasto público, consiguieron dinamizar la economía española para propiciar, en ocho años, la mayor creación de empleo de la historia de nuestro país. Como se repetía entonces, y sigue siendo válido hoy, la creación de empleo es la mejor política social que existe, porque a su vez sirve para asegurar nuestro sistema de seguridad social y el cobro de las pensiones, que estaba igualmente en serio riesgo en 1996. En cambio, el gobierno de Zapatero, que recibió una magnífica herencia económica, se ha limitado a hacer de Don Tancredo durante este cuatro años, sin abordar ninguna reforma económica de calado, relajando la contención del gasto público, hasta el punto de que los gastos previstos en los Presupuestos Generales del Estado han experimentado incrementos superiores al crecimiento de la economía, haciendo una minireforma fiscal que ha acabado perjudicando a las clases medias, y permitiendo que la inflación se descontrolara, incidiendo por ello, a su vez, en el incremento de los tipos de interés fijados por el Banco Central Europeo. De esta manera, aunque durante la mayor parte de la legislatura han estado viviendo de las rentas de los gobiernos del PP, la inacción del gobierno del PSOE ha llevado a que, en cuanto las condiciones internacionales han cambiado a peor, se haya puesto de manifiesto nuestra precaria situación consecuencia de la ausencia de gestión económica: gran endeudamiento de familias y empresas, déficit comercial descontrolado, sector inmobiliario en claro peligro, dificultades para el acceso al crédito, consumo privado en claro descenso y, como consecuencia de todo ello, una rápida disminución del ritmo de crecimiento de nuestra economía y un fuerte aumento del desempleo en los últimos meses. Me parece que las diferencias son claras y evidentes.

P.- Pero ¿tan mal ha ido España y Ceuta con el PSOE?

R.- El Gobierno de Zapatero ha confundido totalmente las prioridades de los ciudadanos. Lo que le preocupa a los españoles no son los debates identitarios, ni la revisión partidista del pasado, ni cambiar una política antiterrorista pactada que se había demostrado eficaz, ni extraños experimentos como la alianza de civilizaciones. Los ciudadanos lo que demandan de los poderes públicos es que resuelvan sus problemas más inmediatos: la subida del precio de los productos de primera necesidad, el acceso a la vivienda, la subida del tipo de interés de las hipotecas, la educación de sus hijos, pagar menos impuestos, que la emigración sea ordenada y no acabe convirtiéndose en un problema en lugar de una oportunidad, … En fin, creo que lo menos que se puede exigir a un responsable político es que deje las cosas un poco mejor de como las encontró, y Zapatero se encontró con una España que estaba superando antiguos complejos, en la que los españoles tenían confianza en sí mismos y en sus posibilidades, y que se codeaba con las grandes naciones del mundo, es decir, el lugar que por su historia y sus gentes le corresponde, y deja una España donde los ciudadanos has perdido la confianza, están divididos, las autonomías enfrentadas y nuestros amigos en el mundo han pasado a ser dictadores bananeros.

Y en lo que se refiere a Ceuta, el PP había hecho un diagnóstico certero de los problemas que aquejaban a nuestra ciudad y había puesto en marcha las soluciones para atajarlos. Por supuesto que quedaba mucho aún por hacer, pero ese proceso se interrumpió hace ahora cuatro años, cuando Zapatero ganó las elecciones de 2004. En un ejemplo de sectarismo atroz, Ceuta fue castigada por votar mayoritariamente al PP, y la mayor parte de los múltiples proyectos en marcha fueron metidos en un cajón. Lo que había sido colaboración y entendimiento entre el Estado y la Ciudad Autónoma se convirtió en una continua sucesión de zancadillas que, si no han pasado a mayores, ha sido exclusivamente por la extraordinaria prudencia y lealtad del Presidente Vivas.

P.- Usted ha sido muy combativo a lo largo de la pasada legislatura en la defensa de los intereses de la ciudad. ¿Qué le ha dolido más de lo que no se ha llegado a hacer en Ceuta pese a sus permanentes quejas?

R.- La lista sería realmente interminable; podríamos hablar de promesas del propio PSOE incumplidas, de los proyectos del PP paralizados, de las maniobras en las Cortes Generales buscando aunar el voto de los socialistas al de nacionalistas, independentistas y extrema izquierda, en contra de los intereses de Ceuta. Pero lo peor de todo ha sido la permanente política del engaño, que ha tenido su máximo exponente en la ejecución de los Presupuestos Generales del Estado. Los socialistas sabían que partían de una situación muy complicada, ya que el PP había aumentado exponencialmente las partidas destinadas a nuestra ciudad en los PGE. De hecho, cuatro años después aún no ha sido superado el presupuesto de 2004, el último que ha elaborado hasta ahora el PP. Para tratar de que no se notara mucho la reducción, las cifras que han aparecido en los PGE en estos cuatro años reflejaban descensos moderados. Pero el truco venía a la hora de ejecutar: nosotros hemos demostrado, con cifras de la Intervención General de la Administración del Estado, que la ejecución ha sido muy deficiente, y que en algunos años ha estado por debajo incluso del 30%. Por eso, las cifras de inversión que los socialistas están contando en estos días de campaña son falsas: hablan de las previsiones iniciales de los presupuestos, no de las que finalmente se ejecutan. Les hemos desafiado a que aporten cifras de ejecución avaladas por la Intervención del Estado y no lo van a hacer, porque se pondría de manifiesto su engaño a los ceutíes.

P.- Cómo se afronta la situación económica de Ceuta, con lo que se avecina [desarme arancelario marroquí], empresas ceutíes poco competitivas, puerto sin ampliación, tremendo nivel de paro...?

R.- Las soluciones mágicas no existen en ningún ámbito de la vida, pero nosotros tenemos propuestas aplicables y que estamos seguros que servirán para afrontar esa situación que usted menciona. Nuestro programa contempla la actualización del régimen económico y fiscal especial, que es nuestro principal instrumento para superar las condicionantes económicos a los que Ceuta se enfrenta; dicha actualización contempla, en primer lugar, la decisión, consensuada con los interlocutores económicos y sociales, sobre integración en la Unión Aduanera; pensamos que la evolución económica de Ceuta apunta en dicho sentido, pero entendemos que es una decisión trascendente que requiere consenso, un gobierno fuerte capaz de negociar eficazmente un periodo transitorio para los sectores afectados, y reformas complementarias. Entre éstas, proponemos la ampliación de la bonificación de las cuotas de la seguridad social al 50% y su extensión a todos los sectores; la igualación del tratamiento fiscal de los impuestos de Renta y Sociedades, para que, igual que sucede con el IRPF, nuestras empresas puedan tener actividades fuera de Ceuta y aplicarse la bonificación del 50% a los rendimientos que obtengan por las mismas (con los mismos límites de Renta: hasta el importe de los que obtenga en Ceuta, siempre que tengan una antigüedad de al menos tres años en nuestra ciudad, y al menos un tercio de su patrimonio en la misma), al mismo tiempo que empresas peninsulares se decidan a tener parte de su actividad en Ceuta; la mayor solidez de las empresas ceutíes y la aparición de nuevas empresas atraídas por las ventajas fiscales tendrían un efecto claro: la creación de empleo en nuestra ciudad. Otras medidas complementarias serían las de abaratamiento del transporte de mercancías, y del de pasajeros residentes y no residentes, así como el diseño de planes específicos para apoyar a la industria, el turismo y el comercio, sectores con potencial de crecimiento. Y, por supuesto, rescatar del cajón de ZP la segunda fase de ampliación del puerto, que incluye la terminal de contenedores, aportando los recursos públicos previstos en el esquema de financiación, y buscando los operadores privados necesarios.

P.-Permítame el símil. ¿Por qué cree que desde Madrid sólo se pretende traer pescado pero no enseñarle a Ceuta a pescar?

R.- Depende de a quién se refiera usted al hablar de Madrid. Desde luego, como ha quedado demostrado, los gobiernos del PP han buscado siempre poner en marcha medidas que permitieran aumentar el peso del sector privado en nuestra economía, y lo volveremos a hacer si los españoles nos devuelven su confianza el próximo 9 de marzo. Pero lo haremos sin engañar a nadie, ni hablar alegremente de “autosuficiencia” como hacen algunos. Porque la situación de Ceuta, sus condicionantes y limitaciones, hará siempre necesario que el sector público tenga un peso superior en nuestra economía al que tiene en el conjunto de España. Está claro que, nos guste o no, Ceuta es mucho más dependiente de las decisiones de Madrid que cualquier otra región española. Por eso es tan conveniente que el gobierno esté en manos del PP. Los ceutíes lo saben de sobra, pues han tenido la oportunidad de comparar un “Madrid del PP”, con un “Madrid del PSOE”, y eso explica los resultados electorales de los últimos años, que sitúan al PP como el partido en que confían mayoritariamente los ceutíes.

P.-¿Con qué debería contar Ceuta para iniciar su despegue?

R.- Creo que con una conjunción de tres factores: en primer lugar, la decisiva aportación del Estado, sea mediante inversiones directas, sea mediante convenios firmados con la Ciudad Autónoma; en segundo lugar, la gestión de ésta última, como principal institución que representa genuinamente los intereses de los ceutíes; y en tercer lugar, como fruto de la confianza y seguridad creada por la actuación del Estado y de la Ciudad Autónoma, así como de la creación del marco jurídico adecuado, la inversión privada, como factor determinante en la generación de riqueza y la creación de empleo.

P.-El Partido Popular ha confiado en usted para cargos de prestigio y responsabilidad en el grupo parlamentario del PP en el Senado, algo que debe llevarse con orgullo en el aspecto puramente personal

R.- Indudablemente es una satisfacción que, dentro de un grupo que cuenta con personas de un gran prestigio político y profesional, mi partido haya confiado en mí para puestos de responsabilidad en el Senado. Pero créame que soy absolutamente sincero si le digo que yo no me metí en esto para lucimiento personal. Mi único objetivo en política ha sido la defensa de los intereses de Ceuta y de los ceutíes, y si me alegro de tener alguna posición de cierta relevancia en el Senado es precisamente porque eso me pone en disposición de defender con mayor fuerza las cuestiones relativas a mi ciudad.

P.-Tiene una dilatada trayectoria en la política y ha probado la del ámbito Local y la Estatal. ¿En qué se parecen y en qué se diferencian? obvie las circunstancias de ámbito territorial y competencial.

R.- No se si ocho años en política pueden ser considerados como una dilatada trayectoria o no. En cualquier caso lo que es incuestionable es que he tenido la oportunidad y el honor de poder trabajar por Ceuta tanto desde la administración de la ciudad como desde la cámara territorial, durante algún tiempo incluso simultaneando los dos ámbitos. Creo que lo que tienen en común es precisamente la posibilidad de ser útil a los ceutíes, pero en el trabajo a desarrollar son bastantes diferentes. El trabajo en el Gobierno de la Ciudad o en la Asamblea implica un contacto mucho más cercano con los ciudadanos y una relación mucho más directa y palpable con los frutos de tu gestión. En cambio, el trabajo parlamentario a nivel Estatal implica quizá una menor proximidad con los problemas del día a día, pero una mayor exigencia intelectual, pues estás trabajando con leyes que van a afectar al conjunto de los ciudadanos españoles, o controlando a miembros del Gobierno de la Nación, y aquello que digas o hagas puede tener una repercusión nacional, lo que te obliga a ser muy riguroso.

P.-¿Cómo se ha adaptado, o mejor dicho, cómo ha venido conciliando la vida profesional con la familiar?

R.-La verdad es que la actividad política y la vida familiar se compaginan, en general, bastante mal. Mi condición de parlamentario nacional en estos últimos ocho años me ha obligado a estar fuera de casa bastante tiempo, y ha hecho que me pierda una buena parte de la experiencia de ver crecer a mis hijos, que es irrecuperable. Además tengo que confesar que mi mujer no comparte mi pasión por la política, aunque respeta mi decisión de dedicarme a ella, y me ha lo ha permitido sin ningún reproche. Pero está claro que, al menos en mi caso, y sin olvidar que en política quien decide son los votantes, esto tiene que tener un límite temporal, que tendremos que decidir entre mi mujer y yo.

P.-Convenza a los lectores. ¿Por qué PP-Rajoy sí por qué PSOE-Zapatero no?


R.- Zapatero ha demostrado es estos cuatro años que no es un político de fiar; ha mentido; ha engañado; ha provocado la división y el enfrentamiento entre españoles; ha maltratado a las víctimas del terrorismo; ha conducido a España a la situación de paria en el concierto internacional; ha equivocado por completo las prioridades y ha actuado permanentemente de manera frívola e irresponsable; y en el caso de Ceuta, que es el que nos concierne más directamente, hemos vuelto a la época de los 14 interminables años de gobierno del PSOE entre 1982 y 1996, en los que Ceuta nunca tenía suerte con su peticiones y demandas, y las órdenes generadas a todos los niveles administrativos, de manera implícita o, a veces, incluso explícita, eran que “a Ceuta ni agua”. Y en ese sentido han ido las declaraciones de los responsables del PSOE en Ceuta en estos cuatro años: que no pidan más, los ceutíes no pueden quejarse, ya está bien de llorar, …

En cambio, Rajoy es un político fiable, que ha demostrado su capacidad en todos los cargos que ha desempeñado a lo largo de su dilatada trayectoria política, desde la administración local a diversos ministerios, e incluso la Vicepresidencia del Gobierno. Es una persona sensata, moderada, prudente, preocupada por los problemas de la gente sencilla, y alejada de las ensoñaciones de los iluminados. Su máxima preocupación será la búsqueda de la concordia y el entendimiento entre la mayoría de los españoles, y la recuperación del consenso que marcó la transición. Es plenamente consciente que la principal obligación de un Presidente del Gobierno es serlo para todos los españoles, y no de unos frente a otros, y de que las reglas de juego de la democracia deben ser pactadas entre los dos partidos que representan mayoritariamente a los españoles, PP y PSOE, y no por uno de los dos con partidos radicales y extremistas contra el otro.

Y, en lo que se refiere a Ceuta, el PP ha demostrado con hechos, durante los ochos años de gobierno a nivel nacional entre 1996 y 2004, que su interés por Ceuta es claro y evidente. Como he dicho anteriormente, el PP diagnosticó la situación de Ceuta, diseñó soluciones y comenzó a aplicarlas. Tras cuatro años de interrupción, es hora de volver a retomar el camino perdido, y eso sólo puede garantizarlo un gobierno del PP.

P.-¿Cómo vivirá esta última semana de carrera electoral?

R.-Con intensidad, tratando de convencer a los ceutíes, hasta el último minuto de campaña, de la necesidad urgente e inaplazable de un cambio de gobierno en España. Zapatero ha sido un desgraciado accidente, pero hay que recuperar la cordura y el sentido común. Los daños causados a nuestra convivencia nacional son graves y costará trabajo repararlos, pero aún estamos a tiempo. Así que lo que toca hasta las 24 horas del próximo viernes 7 de marzo es la entrega completa a esa causa. Luego a vivir con calma la jornada de reflexión, esperando que no se repitan los comportamientos antidemocráticos por parte del PSOE que marcaron dicha jornada hace cuatro años, con aquellos acosos a las sedes del PP. Y por último, espero vivir la jornada del domingo 9 de marzo con la satisfacción democrática que supone el ejercicio libre del voto y confío en que celebrando la victoria, tanto a nivel local como a nivel nacional, con mis compañeros de partido y con el conjunto de los ciudadanos españoles que siguen pensando que España es una gran nación de ciudadanos libres e iguales ante la ley.
 


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