Médico Geriatra, profesor en la Universidad de Caldas, en
Manisales (Colombia), director del programa ‘Investigaciones
de Geriatría y Gerontología y presidente electo del Comité
Latinoamericano (COMLAT) de la Asociación Internacional de
Geriatría y Gerontología (IAGG), este Doctor colombiano,
recién llegado de Canadá, también trabaja en la
investigación de Geriatría Preventiva con el objetivo de
evitar que se produzcan en los mayores las discapacidades,
progresivas o catastróficas, que les obligarían a ser
dependientes.
Pregunta.- Está en la ciudad con motivo de la celebración
del III Curso de Atención Integral al Mayor que en esta
edición se dedica al mayor dependiente. ¿De qué va a hablar
usted?
R.- Fundamentalmente del paciente que por alguna
discapacidad está ‘encamado’ que es distinto al anciano
recluído en casa, una ‘cosa’ que es nueva para muchos
especialistas en Geriatría. Estos últimos son las personas
que pasan dos o tres años sin salir de casa porque todo el
mundo les lleva las cosas.
P.- ¿Cuáles son las enfermedades que causan más reclusión
en cama?
R.- Generalmente la más frecuente es una discapacidad
progresiva, es decir que una enfermedad le lleva a perder la
funcionalidad progresivamente. Las más frecuentes son las
enfermedades articulares y la enfermedad de ‘Parkinson’, o
por demencia como tal. La otra posibilidad se refiere a las
discapacidades catastróficas, que son por ejemplo un derrame
cerebral o una fractura de cadera.
P.- ¿Qué recomendaciones daría a la gente que tiene un
anciano recluído en cama?
R.- Para evitar las consecuencias tan serias que trae tener
acostado a un paciente de éstos ya sea por una discapacidad
progresiva o catastrófica, es preferible que esté en una
silla, se recomienda revisar y proteger su piel
constantemente, evitar la humedad constante, tener un
especial cuidado con los pañales mojados, evitar el
deslizamiento en la silla o en la cama, darles abundante
cantidad de líquidos, mantener un adecuado hábito intestinal
y promover la expulsión de secrecciones pulmonares con
normas básicas de terapia respiratoria.
P.- ¿Qué es lo que busca la Geriatría Preventiva?
R.- Si hacemos un gráfico en el que la coordenada vertical
represente la funcionalidad y la horizontal el tiempo,
veríamos, teniendo en cuenta que el límite superior sería la
funcionalidad total y el inferior el ser muerto, dos franjas
que representarían un 10 por ciento de población mayor a
ambos extremos, y una intermedia con el 80 por ciento
restante. La de arriba, representaría el porcentaje de
mayores que tiene una vejez activa y saludable, que llamamos
envejecimiento exitoso. La banda de abajo refleja la tasa de
ancianos que están recluidos en cama por alguna discapacidad
progresiva o drástica. Pero hay un 80 por ciento de la
población, que somos los normales, que tiene riesgo de
desarrollar esas discapacidades que le haría pasar a formar
parte de los encamados. En este sentido, lo que se está
trabajando en la prevención geriátrica es en tratar de que
este 80 por ciento intermedio, con riesgos, pasen el mayor
tiempo posible entre que les dé una discapacidad y el límite
de la muerte de forma funcional y no tratar de recuperar la
funcionalidad de los que ya están recluídos en cama porque
se intentó hace años y fue un fracaso.
P.- ¿Qué recomendaciones le daría a esa población
‘normal’ que no tiene discapacidades pero que tiene el
riesgo de tenerlas?
R.- Esto se llama Geriatría Preventiva. Recomendamos las
‘tres ies’. Prevenga infecciones, infartos, cerebrales y de
corazón e infracciones. Por ejemplo, si tiene un problema
articular, debe utilizar los pasos de peatones o mantener
adecuadamente iluminada su casa para evitar que se tropiece
con algo y se caiga. En definitiva se trata de evitar el
riesgo y las consecuencias de ese riesgo.
P.- ¿Y a aquellos mayores que están en buenas
condiciones?
R.- Eso es Gerontología Preventiva y tiene tres cosas
concretas: actividad, tanto física como mental, tabaquismo y
obesidad.
P.- ¿Y a aquellos mayores que están en buenas
condiciones?
R.- El 60 por ciento del envejecimiento lo va a indicar el
estilo de vida y el medio ambiente y el 40 por ciento
restante lo indica la herencia. Agite su árbol genealógico
mire que le cae y ya puede saber muchas cosas sobre como va
a ir buena parte de su envejecimiento.
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