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					Un total de quince jóvenes ceutíes de entre 16 y 35 años 
					reciben desde ayer clases de cocina en el IES Almina, 
					iniciativa puesta en marcha por la Casa de la Juventud en 
					colaboración con la Consejería de Juventud, Nuevas 
					Tecnologías y Deportes. El taller, que finalizará el próximo 
					cuatro de abril, es íntegramente práctica. 
					 
					Salir del nido familiar no es un paso sencillo a dar y menos 
					aún cuando lo hace un joven en la veintena de edad. A los 
					retos de estirar el salario hasta final de mes y pagar la 
					sufrida hipoteca hay que añadir que, cuando se vive sólo, 
					los caldos de mamá no llegan a la mesa con la misma 
					regularidad que antes.  
					 
					Por eso, la Casa de la Juventud se ha propuesto ofrecer a 
					varios jóvenes los conocimientos y habilidades suficientes 
					para que “puedan comer sano” y estar preparados “para 
					hacerse sus potajes y ensaladas antes de abandonar el hogar 
					familiar”, según comentó la organizadora de la programación 
					de cursos llevados a cabo por la institución, Eva Rodríguez. 
					Ella agregó que el ‘Taller de Cocina para Jóvenes’ formará a 
					quince ceutíes de entre 16 y 35 años, que aprenderán los 
					secretos para la preparación de carnes, pescados, salsas y 
					pescados en los fogones del Instituto Almina.  
					 
					Una experiencia 
					 
					Jesús tiene 19 años y ha visto en el mundo de la cocina “un 
					camino para encontrar un trabajo en lo que me gusta”. Antes 
					se distraía en sus clases de Secundaria, pero ahora piensa 
					“estudiar el Ciclo Medio de Hostelería, y en este curso 
					puedo ver si me gusta o no”. Así que, enfundado en su 
					delantal blanco, escucha atentamente las explicaciones del 
					profesor, mientras remueve con brío los garbanzos y verduras 
					de un suculento potaje. “Al guiso sólo le faltan unos 
					minutos y estará listo”, comenta Inés, casada y dueña de su 
					casa, que a sus 29 años vio “en este curso la oportunidad 
					para coger más experiencia para preparar las comidas de toda 
					la vida”.  
					 
					Sobre todo, práctica 
					 
					Las clases son eminentemente prácticas, porque a cocinar se 
					aprende cocinando. Si el primer día estos 15 aprendices de 
					chef aprendieron a dominar el secreto de la tortilla de 
					patatas, cuando la formación finalice el próximo cuatro de 
					abril estos alumnos, ahora pinches, sabrán cocinar una carne 
					sin tostarla, “al igual que preparar todo tipo de salsas”, 
					comentó Rodríguez.  
					 
					La oferta formativa de la Casa de la Juventud continúa, 
					puesto que el siguiente curso, ‘Formación de formadores en 
					el ámbito laboral, comienza el uno de marzo. El coste ronda 
					entre 12 y 18 euros, con un sustancioso descuento para los 
					que posean Carné Joven. 
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