El pasado domingo por la tarde, el hermano mayor de la
Hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Nuestra
Señora del Mayor Dolor, Juan Carlos Aznar Méndez, regresaba
de Sevilla, junto al Escudo de Oro de la Hermandad y del
Consejo de Hermandades en el presente año, José Luis Díaz,
tras haber recogido en los talleres de bordado en oro de
Juana María, las bambalinas laterales del paso de palio.
Nuestro rotativo estuvo presente ayer por la tarde en la
Iglesia de los Remedios y pudo tomar las primeras imágenes
de las mismas, comprobando el impresionante trabajo de
restauración que han realizado los bordadores del taller de
bordado en oro de Juana María.
Con este trabajo de restauración la Real y Fervorosa
Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la
Buena Muerte y Nuestra Señora del Mayor Dolor, ha querido
continuar con la recuperación de su extenso patrimonio,
destacando que si el pasado año restauraron la bambalinas
delanteras, y el anterior el magnífico manto de salida de
Nuestra Señora del Mayor Dolor, este año le ha tocado el
turno a las bambalinas laterales del paso de palio.
Los trabajos se han venido desarrollando en los plazos de
tiempo estimados, aunque al final de esta fase se vieron
algo retrasados debido a problemas familiares de los
bordadores, donde un familiar se encontraba pasando un
estado de salud bastante delicado.
Pese a ese sensible retraso, los bordadores han cumplido con
el tiempo estipulado.
Durante la primera fase de restauración se pudo ver el
impresionante trabajo que realizaron en los talleres de
Juana María, en Albaida del Aljarafe, y en esta segunda
fase, los bordadores han vuelto a dejar constancia del gran
trabajo de restauración realizado.
Hay que recordar que durante la primera fase de la
restauración, los bordadores se encontraron con serias
dificultades gracias a la nefasta restauración que hizo en
su día el “gran bordador”, Benjamín Pérez, por lo que para
esta segunda fase, los bordadores ya contaban con que
volverían a toparse con esas dificultades.
Tal y como y como ya ocurriera en la primera fase, en esta
segunda fase el dibujo de las bambalinas ha tenido que ser
restructurado para recuperar el diseño original de las
mismas.
Con la finalización de esta restauración, la Hermandad ha
recuperado el aspecto original de las bambalinas cuando
todavía procesionaban con la Esperanza de Triana de Sevilla.
Para ello, tanto los bordadores como los propios miembros de
la junta de gobierno de la Hermandad ceutí han venido
buscando en la historia y recuperando archivos gráficos de
las bambalinas donde se ha podido comprobar como era su
estado original.
Estas bambalinas fueron adquiridas por la Hermandad del
Mayor Dolor a la Hermandad de la Esperanza de Triana, y las
mismas datan de 1918; habiendo sufrido hasta nuestros días
varias remodelaciones. La primera de ellas en 1959, a cargo
de las RR.M. Filipensas del Convento de Santa Isabel de
Sevilla, para pasar los bordados del terciopelo verde
original a un nuevo soporte de malla de oro, y
posteriormente al igual que pasara con el manto de salida de
la Titular de la Hermandad, las bambalinas fueron en su día
restauradas y a su vez modificadas por el “bordador”
Benjamín Pérez, restauración esta que visto lo visto es
mejor olvidar.
Por último destacar que los integrantes de la junta de
gobierno de la Hermandad aprovecharon la llegada de las
bambalinas para colocarlas ya en el paso de palio, por lo
que desde el Domingo ya se pueden admirar.
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