O al menos es como puede
considerarse para un sector o para varios de la economía de
Ceuta, este mes que está a punto de finalizar.
Hacía falta agua y algo ha caído en las dos últimas semanas,
pero tan poca que no ha hecho correr, ni siquiera, los
arroyos.
Sin embargo, lo que no hacía falta, el temporal de levante
se ha prolongado, durante todo el mes, de una forma que “ni
los más viejos del lugar” recordaban algo parecido.
Y esto, el temporal, sí que se ha dejado sentir, y para mal.
Hace pocos días me decía el dueño de un restaurante, que de
ordinario tiene muchos clientes de fuera y bastantes
locales:” Si no fuera por estos clientes fijos, este mes
casi hubiéramos estado sin hacer caja”.
Y es así, porque un día se soporta, dos ya es más
complicado, a los tres días ya se nota mucho y dos semanas
seguidas rompe con la economía de cualquiera de estas
empresas, que no son grandes.
En esa misma dirección se manifestaba el director del
Parador de Turismo “Hotel La Muralla”, quien, con el tacto
que él tiene y con la meticulosidad y sensatez que le
caracterizan, analizaba lo que estaba representando el mes
como si fuera de temporada “super baja”. Y no es para menos.
Pero no nos quedemos sólo en la hostelería, porque Ceuta
tiene otras actividades que también han sufrido esa
calamidad de mes que ¡Ojalá termine pronto!. Uno de los
empleados de una de las gasolineras que frecuento, con
cierta asiduidad, me decía casi lo mismo que las dos
personas que he citado de la hostelería:” este mes nos ha
supuesto una venta de menos del 50% de lo que estaba
estimado”. Y se estaba refiriendo, muy especialmente, al
movimiento del fin de semana, pero no de uno, ¡¡”Van tres
seguidos!!”, sin que la gente haya podido salir.
A lo largo de los años, estamos hartos de ver que por una
riada de un arroyo, una tormenta de pedrisco o cualquier
fenómeno de la naturaleza que rompe parte de la economía de
una zona, esa zona, con mayor o menor necesidad, busca y
suele lograr subvenciones, como zona afectada por..., o
incluso considerándose zona catastrófica. Ceuta, que
sepamos, no ha entrado en ningún proceso de esos, cuando
Ceuta en este mes ha perdido mucho dinero por causas
naturales, que no son culpa de nadie, como no es culpa de
nadie una helada o una tormenta de granizo.
Ahora, cuando todo son repartos, cando todo son
ofrecimientos, algo debiera recibir, también, esta ciudad,
que durante todo un mes se ha movido, a menos del 30% de lo
habitual por los prolongados temporales.
Y además de esas faltas que han acechado a unos sectores,
también se ha perjudicado la propia imagen de la ciudad cara
a esa actividad, a esa ilusión o a esos proyectos de
convertirla en Ciudad Turística, por encima de todo.
No estamos pidiendo nada, estamos marcando y haciendo
comparaciones de lo que es la auténtica realidad en una
ciudad en la que, al ser pequeña, se nota más que en una
grande ese problema que ha tenido una continuidad como no lo
había tenido en muchos años atrás.
Si no zona catastrófica, que no lo es, si que puede
considerársela como ciudad perjudicada, y mucho, por los
temporales, que desde la primera semana de febrero la han
azotado.
|