Es, cuanto menos, una
manifestación a tener en cuenta. El presidente de la
Asociación Nacional de Empresarios Forestales (ASEMFO),
Miguel Angel Duralde ha dicho que Ceuta está en primera
línea de batalla contra el cambio climático, porque su
pequeña superficie no impiude que la ciudad desarrolle una
lucha efectiva que la erija en exponente de las medidas
globales que han de ponerse en marcha a nivel mundial.
Precisamente, se detaca que por las dimensiones de la ciudad
autónoma es mucho más fácil adoptar medidas conducentes a la
mejora y a llevar un uso eficiente de los recursos de su
masa forestal.
Las casi 1.300 hectáreas de masa forestal de Ceuta necesitan
una especial protección por la facilidad que un foco maligno
de fuego arrase con este importante patrimonio natural.
Luchar contra el cambio climático con medidas directas para
no sólo reducir la emisión de CO2, sino para convertir su
espacio en una zona limpia de emisiones y de máximo respeto
a la naturaleza. Existen numerosas alternativas encaminadas
a que las políticas de hoy se conviertan en la base de un
mejor futuro para los ceutíes del mañana.
El cambio climático que nos afecta globalmente a todos puede
controlarse desde la responsabilidad individualizada de los
municipios, las regiones y las naciones.
En Ceuta, con una importante masa forestal en funcion de su
territorio; con una fuente de riqueza marina indiscutible,
se dan unas condiciones excepcionales como para incentivar
medidas capaces de combatir emisiones de CO2 y ser una
ciudad limpia y de consumos medioambientalmente sostenibles.
La ciudad, a poco que se esmeren las administraciones, puede
convertirse en un claro ejemplo europeo del que
enorgullecerse. Ya es una ciudad cosmopolita, de convivencia
ejemplar, con patrimonio histórico-cultural rico y variado,
y con un clima envidiable. Ser sostenible está en su mano.
|